Miguel Poveda se desdobla en 'Había mil Federicos'
El cantaor barcelonés llega al Generalife los días 21, 22 y 23 con una propuesta nueva que mezcla palos clásicos y temas de sus discos
El cantaor Miguel Poveda se ha sumado con gusto al ecosistema cultural granadino. Su atracción lorquiana va más allá de la boca que utiliza para ... hablar y cantar y se traduce en hechos, algo que le coloca en un lugar interesante dentro de un universo en el que hay mucho postureo. Su 'enlorquecimiento' no es una pose, sino el deseo de difundir el legado de un autor que para él se ha convertido en la estrella polar de su navegación vital. Así lo manifestó ayer en la sala de conferencias del Palacio de Carlos V, durante la presentación de su nuevo espectáculo vinculado al fuenterino, 'Había mil Federicos', que se podrá ver en el Teatro del Generalife, dentro del ciclo 'Lorca y Granada' que se inició con Manuel Liñán. Será el segundo protagonista cronológico y también en número de noches, ya que los restantes tres espectáculos del ciclo sólo se presentarán una noche, durante la última semana del mes.
Del 21 al 23 de agosto, el barcelonés ofrecerá tres espectáculos que ya tienen prácticamente colocado el cartel de 'No hay billetes'. «He venido al Generalife muchas veces como público a ver diversas propuestas de este ciclo, y he colaborado con Eva Yerbabuena en uno de los que presentó aquí, así que me siento muy cercano al espacio y al duende que anida en él», afirmó el cantaor flamenco, quien, según aseguró, prefiere cantar a hablar en público. «El origen del espectáculo es la carta que escribió García Lorca a su amigo el guitarrista Regino Sainz de la Maza, donde escribe que no ha nacido todavía», asegura. «En esa magia del nacer o no nacer, de existir o no existir, se esconde el misterio de si realmente existió un solo Federico o mil. Por eso, quiero buscar los lugares por los que ha transitado hasta el último momento. Por eso el montaje termina con ese frase que reza 'No me encontraron' que se convirtió en profético porque a día de hoy aún no sabemos dónde están sus restos», comenta.
Activista
Del mismo modo, el cantaor quiso poner el acento en el Federico activista, en ese que defendió el flamenco desde la curiosidad y el conocimiento que demostró en sus conferencias. «Pienso en el que defendió a los más débiles, a las mujeres oprimidas, a las minorías, a los gitanos, a los negros, el que arrastró a una legión de estudiantes para ofrecer teatro en la España olvidada», dijo. En ese Federico multiforme cabe la alegría, el amor, en un recorrido que parte de la vega de Granada, pasa por Madrid, viaja a Buenos Aires, Nueva York y La Habana, y termina con su muerte en esa misma Granada y ese «Que todos sepan que no he muerto». Como dijo Poveda, «la muerte de Lorca es una muerte pequeña, muy pequeña para un hombre tan grande». Y prueba de esta grandeza, destacó, es que cada año hay multitud de artistas que le recuerdan y que demuestran el amor y la admiración por su figura. «Al final, parece que forma parte de nuestra familia, porque es un personaje vivo que deja tras de sí una estela hermosa de amor, compromiso e inspiración para todos».
Incidió igualmente el artista en la importancia que tiene el marco en el que se va a desarrollar el espectáculo, «un lugar en el que actuar es un auténtico regalo». No dejó tampoco pasar la oportunidad de destacar a quienes le acompañarán en el escenario, y se detuvo en la bailaora y coreógrafa granadina Eva Yerbabuena, a quien le ha encomendado la dirección escénica «porque de eso sabe mucho más que nosotros», dijo con humor, «y además nos regala su arte». Otro de los invitados de honor de su propuesta es Agustín Barajas, quien ha colaborado con Poveda en varios de sus espectáculos, y Manuel Monge, «un joven prodigio». Ambos interpretarán al poeta en las distintas etapas de su vida, junto con el propio cantaor. En el capítulo musical le acompañarán Joan Albert Amargós al piano, Jesús Guerrero a la guitarra, Paquito González al frente de las percusiones, Miguel Ángel Soto Peña 'El Londro' y Los Makarines, al cante y las palmas, Carlos Grilo, completando las palmas, la batería de Manuel Reina y José Manuel Posada 'Popo' al bajo. Será una propuesta 'disciplinada', donde la improvisación, tan habitual en el mundo del flamenco, deberá plegarse a una dramaturgia que, como dijo el artista, pretende introducir a Federico en los corazones.
«Dejo el alma en cada espectáculo, pero aquí me he dejado el sueño»
El espectáculo incluirá varios palos flamencos. «Habrá una caña con letra de Federico, que es un cante que ofrecía Diego 'El Tenazas', ganador del Concurso de Cante Jondo, una cabal de Silverio que tiene también una letra suya donde se pregunta cómo cantaría, porque no hay voz del cantaor registrada, una bambera, una bulería y una malagueña a Juan Breva». Del mismo modo, aparecerán algunos de los temas que se incluyen en su disco 'Enlorquecido', como 'La carta', 'Poemas de juventud', 'Alba', 'Oda a Walt Whitman', 'Son de negros en Cuba', 'Canción de la muerte pequeña', 'No me encontraron'...
Este, afirma, ha sido un espectáculo concebido a partir de sus grabaciones lorquianas. «He tomado algunos de los mejores momentos de ambos discos, introduciendo elementos nuevos como el teatro y otros pasajes en los que no había buceado con anterioridad. Desde que me dijeron que tenía tres noches en el Generalife, empecé casi a no dormir», comentó el artista sonriendo. «Dejo el alma en cada espectáculo que hago, pero en este espacio la responsabilidad es aún mayor».
Buscador impenitente de todo lo que tiene que ver con ese poeta cuyo nombre lleva tatuado junto a la muñeca, Poveda está buceando en los últimos tiempos en 'Diván del Tamarit', un poemario que no ha grabado aún, aunque sí que lo interpretó en el homenaje a Carlos Cano. Sobre el lleno técnico –quedan pocas entradas– de sus tres espectáculos y que revela el cariño que se le tiene en la tierra, asegura que él tampoco se cansa de actuar y estar en Granada, «ni me cansaré».
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