«'La máquina de Turing' es el tributo a un ser humano excepcional»
El intérprete protagoniza desde ayer en el Isabel la Católica una obra en torno al científico que hizo ganar la II Guerra Mundial a los aliados
José Antonio Muñoz
Granada
Domingo, 23 de enero 2022, 00:24
El actor Daniel Grao (Sabadell, 1976), aclamado protagonista de la serie 'HIT' de TVE, se encuentra este fin de semana en Granada para interpretar 'La ... máquina de Turing' en el Isabel la Católica. Un montaje donde se muestra la cara más humana del científico que descifró el código Enigma de los nazis, permitiendo que los aliados ganaran la II Guerra Mundial.
–Debuta en el Teatro Isabel la Católica con esta obra.
–Así es. He estado algunas veces en el Teatro Alhambra, pero nunca en el Isabel la Católica, así que es un placer.
–'La máquina de Turing', ¿es la Cara B de la película que sobre el personaje protagonizó Benedict Cumberbatch?
–Ambas parten de la biografía del científico. Quizá una de las principales diferencias es la concepción del personaje. Claudio Tolcachir, el director de la obra, me dijo que quería algo completamente distinto a lo que hizo Cumberbatch, incidiendo en los rasgos propios del carácter de Turing, como sus dificultades para hablar o su condición de afectado por el Síndrome de Asperger, que en la película solo se mostraban de forma sutil. En última instancia, Tolcachir quería hablar sobre cómo el extraño, el raro, el 'friki' no encaja, y puede que tras el maltrato y el abuso escolar podamos estar perdiéndonos al genio que hay detrás de ese ser humano, como ocurrió con Turing.
–Ciertamente, era una persona excéntrica.
–Sí, se cuenta que a algunas conferencias llegó con chaqueta de traje y pantalón de pijama, y que en más de una ocasión provocó situaciones hilarantes. Algo de eso hay en la obra, sobre todo al principio, y provoca la hilaridad del público, pero tras ese velo hay una tragedia, la que sufrió el científico, que denunció un robo y acabó castrado químicamente por ser homosexual.
–En la democracia más avanzada del mundo, como se autoproclama Gran Bretaña.
–Sí, un país donde la homosexualidad era un delito hasta hace relativamente poco.
–Digamos entonces, que la obra reivindica tanto al matemático como al ser humano.
–Sin duda. Más allá de los momentos grandiosos que protagonizó al descifrar el código Enigma, algo que se mantuvo en secreto durante la guerra e incluso después, entramos en su vida doméstica, mostrando detalles domésticos de su vida. Con este montaje, queremos rendir tributo, sobre todo, a un ser humano excepcional.
–¿Cuál es el objetivo que se ha marcado con este montaje?
–Que las personas sientan, tras verla, que conocen a Alan Turing. Y hacerles comprender que rechazar al diferente, sea por su rareza, su condición sexual, su raza o su religión, no es algo admisible, porque detrás de cada ser humano hay alguien que está librando sus batallas, al igual que nosotros.
–La obra ha tenido ya un largo recorrido, y excelentes críticas. ¿Le echa la culpa a alguien?
–(Risas) Al excepcional trabajo de todo el equipo, a la interpretación de mi compañero Carlos Serrano, que se desdobla en varios personajes de forma admirable, a una escenografía sencilla pero que con cuatro detalles recrea los ambientes de forma muy creíble... A pesar de la pandemia y de las limitaciones de aforo, hemos conseguido que el público comprenda la gran tragedia que vivió este genio.
–¿Le ha supuesto un reto interpretarlo?
–Sí, desde que Claudio me lo propuso, estando tan alejado de mi trayectoria anterior, lo acepté como tal, y estoy muy contento con ello, porque contar esta historia merece la pena.
–¿Cuáles son sus proyectos?
–Tenemos lista la segunda temporada de 'HIT' para estrenar, haré dos series para plataformas este año, y tengo pendiente de estreno la película 'La casa de los cactus' con Ariadna Gil.
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