Las cosas malas, buenas, divertidas y serias del cerebro

Carlota estuvo, durante todo el taller, atenta. Después confesó que le encanta saber cómo funciona todo. Quiere ser bióloga marina y ver si lo que descubra en esos animales, puede ayudar a saber más sobre las personas. Hace poco miró en varios vídeos qué es eso del hipotálamo (solo un ejemplo) y descubrió que controla la temperatura del cuerpo, la sed y el hambre.

Esta alumna no ahorraba energía y alegría al decir que el taller le había entusiasmado. No lo disimulaba. Su cerebro no podía hacer trampa. Estaba feliz de haber visto el cerebro en directo, el de cordero, y las réplicas de diferente material del taller 'El cerebro, del estímulo a la respuesta'. A ella no le dio asco, todo lo contrario, despertó todo su interés ver cómo Fernando, divulgador del Parque de las Ciencias, analizaba la pieza para enseñarles el ventrículo; el cuerpo calloso, la estructura que conecta los dos hemisferios cerebrales izquierdo y derecho; líquido cefalorraquídeo; y otros componentes de la estructura cerebral. Sin olvidar las neuronas o la materia gris.

Los niños y los maestros, y algunos visitantes que al ver el material se asomaban a ver qué hacían, aprendieron muchas cosas sobre este órgano que es la máquina para pensar, movernos, hablar y muchas más cosas. Una curiosidad que les contaron: está en el cráneo, se pliega, se dobla, y es del tamaño de una almohada de matrimonio. Esa referencia seguro que no la olvidan.

Fernando les mostró las diferentes zonas del cerebro. Qué controla cada una. En una pieza dividida por colores. Preguntó la edad de los presentes. Les explicó que hay partes que tardan más en desarrollarse. La que 'controla' el pensamiento, el enamoramiento, razonamiento, lo que les gusta a cada uno está en ese grupo. «Si algo tenéis en común todos los alumnos que estáis aquí, es que no sabéis aún lo que os gusta», les comentó.

Los niños estaban entregados. Se divirtieron viendo cómo se trababan al leer las palabras de un color que estaban representado en otro diferente; los movimientos de un bailarina dependiendo de dónde miraran; o el color de los árboles. Ilusiones ópticas. Además, escucharon cómo los médicos y científicos han estudiado este órgano a través de los accidentes de las personas. Les contaron una historia de cómo cambió el humor de un trabajador tras un accidente porque se vio afectada esa zona de la personalidad. ¿Cómo se ha estudiado el cerebro de las personas? Algún niño dijo que cuando uno se muere, pero al mismo tiempo que contestaba alguno de ellos caía en la cuenta que no tenía actividad. Y con las radiografías y los TAC también es posible, defendió alguna otra vocecilla.

No se aburrió nadie en esta actividad. Y esperan, en el Parque de las Ciencias, que lo pasen igual de bien en el resto de talleres y charlas que habrá hasta el día diecisiete, en el marco de la Semana Mundial del Cerebro. La han organizado junto al Instituto de Neurociencias Federico Olóriz de la Universidad de Granada. También ofrecen visita autoguiada por los trece lugares del Parque de las Ciencias relacionados con la cabeza, el talento.

El director del Parque de las Ciencias, Luis Alcalá, destacó la apuesta que hacen por la divulgación de la investigación que tiene tanta incidencia en el bienestar de la sociedad. Habló de la difusión de los problemas relacionados con la salud con mención especial a la salud mental, que es «muy importante» porque las consecuencias son «gravísimas».  

El Instituto de Neurociencias Federico Olóriz de la Universidad de Granada es conocido por desarrollar una investigación puntera y de excelencia en el ámbito de las neurociencias, pero también por su fuerte compromiso con la sociedad. Entre otras acciones con actividades de carácter divulgativo. Blanca Gutiérrez Martínez, directora del Federico Olóriz, explicó que es una «satisfacción» participar en la Semana del Cerebro. Describió los seis talleres didácticos diseñados y dirigidos por neurocientíficos de su propio instituto e impartidos con la ayuda de jóvenes investigadores y estudiantes de posgrado del máster de Neurociencias Básicas, Aplicadas y Dolor.