Estas son las recomendaciones literarias de nuestros críticos esta semana

El lector acompaña al autor en su periplo europeo, con viajes en tren por la campiña francesa, y asiste a la autoparodia que hace de sus intentos por ser dramaturgo al visitar la escuela de autores teatrales del profesor Hatcher, en la que sus alumnos «creían –por desgracia– que se obraría algún milagro en sus espíritus estériles e improductivos (...) y esa transformación mágica sí sería posible y cambiaría su vida insignificante y miserable».

Uno de los momentos más entrañables del volumen lo constituye el encuentro con la fama, en 'La fama y el poeta'. Wolfe, que gozó durante años del privilegio de que sus obras tuvieran un éxito desbordante, crea su propio Olimpo donde aparecen nombres como los de Milton, Shelley o Walter Raleigh, a los que trata de acercar al lector desde su peculiar visión. Porque a Wolfe no solo le preocupa el entorno físico. Le preocupa mucho más el humano; es, en cierta medida, preso involuntario del qué dirán a la vez que trata de ofrecer su propia visión de la literatura, cualitativa y cuantitativamente.

Amelia Pérez de Villar traduce una obra que califica como de «inabarcable», pero que llega a abarcar entrando en una cierta comunión espiritual con ese autor eternamente joven –murió a los 38 años de neumonía–, capaz de encapsular todos los porqués de una guerra tan compleja como la civil americana en las escasas páginas por las que se extiende 'Chickamauga' y que es capaz, también, de definir en las mismas pocas palabras el oficio de actor:«Un hombre que miente y no sabe que miente, un tipo que dice unas palabras que han escrito otros mejores que él».

Por María del Carmen Quiles Cabrera

El ser humano, desde que nace, busca forjar su propia personalidad, reafirmar las señas de identidad con las que se defina a sí mismo y ante los demás. Una de las cosas más cercanas al niño a la hora de entender su propio 'yo' es el nombre, que lo ubica y lo reconoce en medio de la colectividad. De ahí que el juego con estas letras sea una recomendación para empezar a aprender a leer y a escribir, por el componente constructivo y significativo que encierra para los más pequeños. Así, también el descontento con ese nombre que los padres o tutores han dispuesto para nosotros, a veces, se convierte en un lastre. Eso es lo que le sucede a la protagonista de este álbum ilustrado, primera obra publicada por Marina de Miguel que augura ser el comienzo de otras muchas historias. La autora nos demuestra su gran capacidad para plasmar ese sentimiento infantil –muchas veces dilatado hasta la adolescencia– de desgana, descontento o inseguridad con el que muchos lectores van a empatizar desde el propio título. Pero la historia nos lleva más allá. Cordelia, en realidad, emprenderá una búsqueda para descubrir su propio mundo interior. Seguir los pasos de su nombre le ayudará a leerse por dentro, a descifrar códigos que le irán abriendo las puertas de su propia identidad solo con la ayuda de las palabras y de sí misma.

El libro es uno de los mejores ejemplos actuales de lo que supone una espléndida combinación de texto e imagen, puesto que ese camino recorrido por Cordelia solo tiene sentido con el juego que las letras dibujan a lo largo de sus páginas: la variable tipología gráfica, el cambio de color y de tamaño en los caracteres, la experimentación a modo de caligrama… Todo ello representa una forma de concebir el pensamiento de la propia protagonista y proyectarlo de manera lúdica hacia los lectores. Y de igual modo sucede con las fantásticas ilustraciones que Juan A. Arrivi diseña, capitaneadas por un rostro de ojos inmensos que se presenta desde la cubierta. La diversidad cromática sobre el fondo blanco, el formato a sangre y la carga simbólica que encierran los trazos suponen un acierto enorme que se hermana con la calidez de la historia.

'Cordelia busca sentido a su nombre' nos habla del valor de la autoestima. Ver la botella medio llena será el mejor camino para hallar soluciones. Al «buscar sentido a su nombre», Cordelia está conociéndose a sí misma, mirando en su interior, parándose a reflexionar sobre sus miedos o incertidumbres. ¿Cuáles son las tuyas? Quizás debas leer su historia para encontrar tú también las respuestas que necesitas y que, como a ella, te harán feliz.

Por Francisco Morales Lomas

Gil Moriana es un autor valenciano apasionado por la novela histórica. Proyectó 'El visitador, 1525', una saga con quince libros. Este pertenece a dicha saga y se centra en el año 1525, cuando Alfonso de Valdés ha de hacer frente a una conspiración que pretende asesinar en Valencia al rey Francisco I de Francia, preso en Pavía. Es una novela muy bien documentada, dividida en quince capítulos y con una lectura ágil, muy de 'best seller'. Comienza con el momento en que el leal Valdés lleva sano al rey de Francia desde Valencia para entregarlo al rey de España: «Los ojos del rey de Francia parecían rezumar odio».

Historia muy bien conducida, con diálogos breves, expresivos, que nos permiten seguir una historia sumamente interesante sobre la que se ha escrito poco. Una trama en la que aúna costumbres, comidas, vestuario y modo de vida, y donde recrea una época al tiempo que la psicología del rey prisionero al que solo le quedaba el honor y su vida; y además, debió comprometerse a casarse con Leonor, la hermana del emperador Carlos V, y perder Génova, Borgoña, Nápoles, Flandes…

Por Albert Torés

Dos novelas cortas que muestran la excepcional capacidad expresiva y singularidad narrativa del escritor linense, Miguel Guerrero. Si en la primera la actualidad del cambio climático está presente con tantos elementos apocalípticos como idílicos reforzado por utópicos cuando no imposibles anhelos; la segunda novela parte de los principios de la novela de aventura, con dosis de intriga y acción a lo que se suma una desbordante imaginativa atenta al mínimo detalle, casi profética en el afán medievalista de hoy en día y las consecuencias de una globalización donde lo humano se ha querido excluir. Muestras de una libertad creadora tan recóndita como cercana.

Por Remedios Sánchez

Dan Coman, uno de los más significativos poetas rumanos de la nueva hornada publicó en 2019 este su primer poemario en castellano, traducido por Elena Borrás para La Nueva Varsovia. Estamos ante un análisis de la realidad crudo, descarnado y cargado de ironía como forma de escapatoria del dolor frente a esa deshumanización de la sociedad contemporánea. Bajo la pregunta inicial de qué significa ser un hombre en el siglo XXI, Coman interpreta el mundo contemporáneo de las cosas pequeñas evidenciando la pérdida de valores e indaga sobre la propia identidad, el valor de la amistad o el amor desde la aridez de un lenguaje que es fiel reflejo de la dureza que habitamos.