Estos son los libros recomendados esta semana por los críticos de IDEAL
Remedios Sánchez y Francisco Morales Lomas
Sábado, 30 de diciembre 2023, 00:06
Los valientes están solos
Por Mica Escribano
Desde que destapó la estructura de blanqueo de la mafia en 'Gomorra', Roberto Saviano se convirtió en objetivo prioritario de los señores ... del crimen organizado napolitano. Ahora se adentra en el terreno de cómo funciona la 'Cosa Nostra' convirtiendo en protagonista de la acción novelística al juez Giovanni Falcone, asesinado por haber sido el mayor azote que puso luz y taquígrafos con el archiconocido 'Proceso de Palermo' mostrando lo que implicaba este poder en la sombra. Su honestidad acabó por costarle la vida, pero antes metió en la cárcel a media cúpula de la mafia napolitana y reveló el vínculo con el poder político italiano. 'Los valientes están solos' se enmarca entre dos explosiones: la primera detonación provoca la muerte accidental en Corleone de una familia que está manipulando una bomba. Únicamente sobrevive un niño llamado Totó Riina, quien, con el paso de los años se convierte en el cabecilla mafioso. La segunda bomba es la que hace saltar por los aires el coche del juez Falcone por encargo de Riinna, ya convertido en el 'capo di tutti capi'. En medio, la lucha incansable y las cavilaciones de un juez resuelto a acabar con el crimen organizado, a costa de su vida.
Epistolario
Por Remedios Sánchez
Acantilado nos regala el epistolario completo del padre del humanismo contemporáneo; en una cuidada edición organizada en cuatro tomos a cargo de Dotti y Pancheri, se despliega todo el pensamiento del sabio aretino que abarca los más diversos temas (la juventud, la política, la necesidad de paz, la felicidad, la teología, la muerte...). Al modo de las epístolas ciceronianas se reúnen esta suerte de deslumbrantes ensayos encubiertos donde se entremezclan los destinatarios reales y fingidos. Es la forma de perpetuar eficazmente la hondura reflexiva de un genio que supo ser puente entre tradición y modernidad y que continúa teniendo plena vigencia.
¿Por qué caen los imperios?
Por Fernando Barea
Que la historia se repite es una máxima mil veces comprobada. Para recordarlo, es muy pertinente la publicación de este ensayo del historiador Peter Heather y el economista político John Rapley, ambos con una larga trayectoria divulgativa. Ambos emplean la fórmula del diálogo para narrar cuán similares son las historias del Imperio romano de occidente (en el siglo IV de nuestra era) y la del propio occidente, tal y como lo conocemos hoy. Un dominio que en ambos casos se ha extendido durante tres siglos, y un desmoronamiento que viene marcado por la depauperación de las costumbres y de la propia ética del gobierno, entre otros factores. Muy interesante.
La transición de Soler
Por Francisco Morales Lomas
Estamos ante dos novelas breves, 'El grito' y 'El corazón del lobo' que están insertas en una época determinada que corresponde a los años de la transición política, pero también a los años de la transición literaria desde una época (los años 70) en la que los planteamientos más formales estaban de moda. El grito y El corazón del lobo, precedidas por un profundo estudio de Elvire Gómez-Vidal Bernard, se insertan en esta coyuntura y participan formalmente de ese periodo de transición como veremos. La primera, El grito, de 110 páginas, con ocho referencias y cinco capítulos tiene como protagonistas al poeta y escritor Teodoro Lucas Gómez y su pareja Carmen Bellido Caparrós, la construcción de sus mundos respectivos y el ámbito familiar y personal con su hijo autista David y su tragedia, Consuelo Gómez, Luciano, Pilar, Javier… Lírica y metafórica, expresiva, con un lenguaje connotativo preciso de frases cortas y rápidas donde se integra diálogo y narración, y en el que desde el monólogo interior realiza una introspección fragmentaria de los personajes porque lo que interesa son determinados momentos de sus existencias y no sus recorridos lineales –con la analepsis y la prolepsis– donde la ironía va abriendo camino junto a un cierto hastío y desolación vital.
También el amor y la existencia a través de un rectángulo amoroso en este caso es el centro de El corazón del lobo: «¿Por qué tuvo que pasarnos? ¿Dónde estaba escrito que al final, después de todo, nos haría la vida un matrimonio vulgar hasta la náusea…?» (p. 175). Unas 130 páginas, con una curiosa guía de lector al principio que nos muestra en cinco apartados y diferentes subapartados algo que une ambas novelas: el afán fragmentario, la selección de la información–narración y el afán de concentración, tratando en su acumulación de ordenar una realidad siempre profunda donde amor/desamor/existencia/vida y razón para vivirla siempre se hayan presentes, a través de los cuatro protagonistas, en una «madeja gigantesca» rodeada de nudos: Fanny (Francisca Soto García), Chati (Ana Cuesta Gil), su marido Alberto y Alex (amante de Ana). Comienza simbólicamente en la Semana Santa y desarrollada también en la simbólica Menorca («una isla de chiflados»), en un ámbito cerrado y cercenado presto para los desencuentros y la sublimación del amor, con sus pequeños momentos de gloria. Pero siempre en ambas historias, la construcción de los procesos de descomposición de la pareja y la constante sensación de pérdida: «Pues te quería –dirá Ana–. A pesar de la bronca, y coge tus maletas y lárgate con viento fresco (…) Nunca te voy a perdonar». Soler tiene un profundo recorrido vital de sus personajes.
Un desafío al canon moral occidental
Por Antonio César Morón
La dramaturgia andaluza se ha consolidado definitivamente como una de las más innovadoras del panorama teatral de nuestro país. Nombres propios y colectivos de prestigio lo confirman cada día y muchos de estos nombres han sido distinguidos a lo largo de sus carreras con premios y reconocimientos que contribuyen, sin duda, a la promoción de nuestros talentos. Carlos Herrera Carmona representa lo mejor de nuestra escritura dramática.
Herrera Carmona desafía a los cánones morales y éticos establecidos, construyendo espacios de intimidad asfixiante en los que rituales orgiásticos, venganzas con timbres de salvajismo o sometimientos esclavistas, nos trasladan a épocas de aspecto mitológico como resorte necesario para servir el resultado trágico de los conflictos planteados. Si en obras anteriores el dramaturgo traía los ecos de personajes legendarios de carácter literario o histórico, como Sabina o el mundo en torno a Edipo, es aquí Dionisos, máxima representación del éxtasis eufórico de raíz primitivista, quien ronda las acciones de unos personajes que se debaten constantemente entre la locura, el sueño o una desconcertante rúbrica metateatral. 'El tiempo no hace ruido' está construido a modo de abismo laberíntico cuya ficción ejerce una fuerza gravitatoria de la que no puede escapar la propia historia contada. Nos encontramos ante ejes en torno a los cuales giran los círculos emocionales que establecen unos personajes cuyas identidades se desvanecen constantemente en el trasiego que supone el tiempo del texto.
El tiempo, atendiendo al título mismo, se desenvuelve de manera silenciosa, como si fuera un personaje más, desarticulando cualquier tipo de cercanía que pueda ser establecida entre lectura y sentido lineal de las acciones que traduce el texto. La percepción del tiempo es aquello que separa a los seres no racionales de los racionales. Si el tiempo deja aquí de percibirse, al menos en su linealidad; si el 'no–ruido' en cierto modo puede equivaler a un 'no–tiempo'; si los seres humanos que traducen estos personajes han dejado, en definitiva, de percibir el tiempo, debemos concluir que los seres humanos que traducen estos personajes han sido expuestos a la debacle existencial, hasta sucumbir a una deshumanización que, en tanto la no percepción del tiempo, transforma de manera incesante los roles de la civilización humana en una barbarie paulatina cuyo resultado final no puede ser más que la destrucción de toda traza humana, es decir, la animalización de los instintos y las conductas de los personajes. Desde esta coyuntura, comienza el desafío a lo establecido por el canon moral occidental.
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