El legado de José Guerrero crece y seguirá en Granada diez años más
Tony Guerrero, hijo del artista, y el presidente de la Diputación firman el acuerdo de comodato, que incrementa en 170 el número de obras cedidas
La figura de José Guerrero en el mundo del arte del siglo XX es imprescindible. No se entiende la vanguardia de la segunda mitad de ... la centuria sin contar con una producción cuya cotización no hace sino crecer, a pesar de ser amplia. El 'toque Guerrero' tanto en su faceta de pintor figurativo como en la abstracción, es perfectamente identificable. Su vinculación con Granada, la tierra que le vio nacer, a pesar de que pasara fuera –se nacionalizó estadounidense– gran parte de su vida. Tras su fallecimiento, acaecido en 1991, comenzó un movimiento en la ciudad para que la obra de este ilustre artista tuviera un lugar para exponerse adecuadamente en la ciudad que le vio nacer. Una iniciativa que cristalizó finalmente en el año 2000 y que en su día estuvo a punto de volar lejos de Granada, en el bienio fatídico 2009–2010. Finalmente, la colección se quedó en la ciudad, y tras diversas renovaciones sigue presente en este 2025, un cuarto de siglo después de la apertura del museo de la calle Oficios.
Este lunes se dio un paso adelante para el futuro de este. Con la presencia del presidente de la Diputación de Granada, Francis Rodríguez, y representantes de la familia –Tony Guerrero, Josep Aubert– se firmó la prolongación del contrato de comodato —préstamo de uso– que une a la institución provincial y al entorno del artista. Con una particularidad: el número de obras en préstamo crece, según el director del museo, Francisco Baena, hasta alcanzar las 230, desde las 60 que originalmente formaban parte de la colección cedida.
«Este paso refuerza el compromiso de ambas partes con la conservación y difusión del legado del artista, al tiempo que sitúa al Centro en un lugar privilegiado en los esfuerzos de Granada por alcanzar la Capitalidad Europea de la Cultura en 2031», dijo el presidente de la Diputación, «muy contento» por firmar la extensión de un contrato, el cual, añadió, «simboliza nuestra determinación de consolidar el Centro como un referente cultural a nivel internacional. Este esfuerzo conjunto entre la familia Guerrero y la Diputación permite que todos los granadinos y visitantes disfruten de un legado artístico único, que se proyecta hacia el futuro como una herramienta de cohesión social y desarrollo cultural».
Por su parte, Tony Guerrero puso el acento en la continuidad que el nuevo contrato da a una colección plenamente identificada con Granada, y se permitió incluso hacer una broma con una frase que Francisco García Lorca acuñó cuando los Guerrero y los García Lorca coincidían en Nerja, en la etapa en que el pintor residió en la vecina Frigiliana. «Ir a casa de Guerrero, es lo que yo quiero», decía por entonces Francisco. El hijo del artista la transformó en «ir al museo de Guerrero, es lo que yo quiero». Y para hacer aún más atractiva una infraestructura cultural que de por sí ya lo es, se han ampliado los fondos, Este conjunto incluye obras representativas de distintas etapas y técnicas empleadas por Guerrero, que, como asegura Baena, enriquecen para el visitante la visión de su trayectoria. «No estamos hablando de obras de gran formato, que ya formaban parte de la colección del centro, sino otras más pequeñas en tamaño quizá, pero muy interesantes para comprender la creación del autor granadino en toda su extensión».
Un centro polivalente
En estos años, el Centro Guerrero ha sido mucho más que un contenedor para albergar la colección del artista granadino y exposiciones temporales más o menos emparentadas con su espíritu artístico. Teatro, performances, música, presentaciones de libros y conferencias en torno a las más diversas materias forman parte de la propuesta que cada año se presenta en la antigua sede del diario Patria.
«Las nuevas obras estaban en poder de la familia, y podría existir, en algún momento, la tentación de dispersarlos, porque un dibujo tiene una salida fácil en el mercado y a buen precio. En esta ampliación de la colección llegan a Granada series completas, como los 30 que integran 'Sin título (Paisajes andaluces)', fechada en 1965», comenta Baena. El arco temporal de las obras que se suman al legado de Guerrero es muy amplio: va desde los años 40 a las escenas portuarias londinenses de los años 50 a los dibujos realizados durante sus viajes en los años 70 e incluso a obras fechadas en el año 1989, en la última época de su vida. En ellas se mezclan el arte figurativo con el abstracto, y las paletas de colores amplias con otras donde sólo manda el negro sobre blanco. Lo esquemático con lo más elaborado. Si ya había motivos más que sobrados para detenerse en la obra del granadino, ahora hay 170 razones más para entrar en un universo que pervivirá en su ciudad.
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