Juan Vellido vuelve al viejo París en 'Mieles de lino'

El volumen, dijo el catedrático Antonio Chicharro en la presentación, no es un libro de denuncia, sino la muestra de la conciencia del autor puesta en pie. Empezando por el primer poema, que canta desde el encuentro del amor hasta la caída de la desesperanza, aparece la luz como testigo de la evolución de la existencia. El canto machadiano a la pérdida busca acercar al lector a sus propios sentimientos, a través de personajes como Céline y Pablo, que recorren las calles del viejo París buscando y buscándose.

La religión está presente en muchos de los títulos que integran la obra, pero no entendida como evaluación de la creencia, sino como plasmación de las conductas equivocadas, humanas al fin y al cabo, de quienes se ocupan en transmitir dicho mensaje. También se contraponen los entornos urbanos, alienantes, con los campestres, en directo acuerdo con Fray Luis de León. Estamos ante un texto de resistencia, donde el recuerdo se interpreta a ritmo de jazz. Una evocación de aquellos negros livianos de figura y altos de talla, capaces de recordar a Louis Armstrong hasta en los más íntimos detalles. Armstrong, aquel genio perseguido por el mal fario del número 71, pues murió en 1971 a los 71 años. En silencio quedó su voz y su trompeta, pero siempre viva en el recuerdo de Vellido.

Y de París, a una chimenea ardiendo en Bubión, con Sebastián, tan parte del paisaje como los riscos, contando la edad de los castaños. Como afirmó Vellido, «'Mieles de lino' representa un estado de ánimo que se refiere a la expresión íntima de dos personas. Mis protagonistas utilizan la expresión para comunicar su felicidad plena, y el recuerdo de aquel bar que yo llamé La Mesana, que no se llamaba así pero no importa, donde los músicos tocaban a cambio de techo y comida». El actor Antonio Resines, el autor y el propio Chicharro leyeron varios pasajes de la obra, cosechando un buen número de aplausos al hacerlo.

La tarde en la Feria del Libro empezó con algo muy animal, el 'Safari' de Maite Carranza, Premio Edebé de Literatura Infantil y Juvenil. Un safari, además, sin derramamiento de sangre, ya que en realidad es un recorrido por la fauna de la Fundación Mona, donde viven chimpancés en semilibertad. La escritora Ayes Tortosa acompañó a Carranza en la presentación. Además, Mónica Collado presentó 'Amor, doncella, cierva', su interesante novela, en el Cuarto Real, y Javier Bozalongo su 'Este país' en la sala Zaida. Por otro lado, Julia Navarro cosechó uno de los más grandes llenos de la Feria al presentar su más reciente novela 'Tú no matarás' en el Espacio Central.