El coro Tomás Luis de Victoria protagonizó el concierto de Pascua en la Catedral

Esta agrupación coral tiene un historial y una solvencia fuera de toda duda. Son muchos años, concretamente desde 1997 en que se fundó, al servicio de la gran música, con una especial dedicación a la del Renacimiento y del primer Barroco. Tienen los componentes de Tomás Luis de Victoria una buena formación musical y eso se advierte inmediatamente, desde que comienza una de sus actuaciones, por la limpia afinación, por la seguridad en la lectura musical, por el servicio auténtico que prestan a lo escrito por los grandes compositores renacentistas, de los que podemos decir que son unos consumados y muy afortunados intérpretes.

Estas características pudieron advertirse en el concierto que nos dieron en la Catedral en la tarde del sábado. Las cualidades musicales del coro están ya dichas, la capacidad de aglutinar, de conseguir los mejores resultados siempre están presentes en la dirección de Pablo García Miranda que bien puede ser considerado actualmente como un verdadero especialista en la música renacentista. Su influencia en el coro es muy grande y los resultados obtenidos son francamente buenos. También se cuenta –y esto es importante– con la buena formación musical de los miembros de esta agrupación, lo que hace posible el acceso y la excelente capacidad de comunicar a los oyentes un repertorio que no es inicialmente fácil, cual ocurre con el repertorio renacentista.

Cuidó mucho el coro granadino el programa a interpretar. Desde distintos fragmentos de compositores tan importantes y decisivos como Orlando di Lasso, William Byrd, Giovanni Pierluigi da Palestrina, a los españoles Francisco de Guerrero y Tomás Luis de Victoria, completando el programa obras de Hans Leo Hassler y Philippe Rogier. El programa fue siguiendo fielmente, desde el ángulo musical, lo que los Evangelios narran de la Resurrección de Cristo, finalizando con dos Regina coeli, la de Rogier y la de nuestro gran y extraordinario Tomás Luis de Victoria.