Una noche de Fusión XL en el corazón de Granada
Jorge Fernández Bustos
Jueves, 11 de septiembre 2025, 11:15
La primera Bienal de Granada apostó la noche del miércoles, en el histórico Colegio Mayor Santa Cruz la Real, por un diálogo musical con instrumentos ... tradicionalmente 'marginales'. Sobre las tablas del patio elegido, el proyecto 'Con acento XL' demostró que la fusión entre flamenco y jazz está más viva que nunca, lejos de ser un pastiche o un ejercicio de virtuosismo vacío. Dirigida por el maestro Óscar Musso, la Big Band del Real Conservatorio Superior de Música Victoria Eugenia se alió con el pianista Chico Pérez y el multiinstrumentista Sergio de Lope para ofrecer una velada donde ambas tradiciones se encontraron en igualdad de condiciones, sin perder un ápice de autenticidad.
Desde los primeros compases, quedó claro que no estábamos ante un experimento, sino ante una conversación madura y profunda. La estructura del concierto, aunque bebió de la tradición jazzística de exponer un tema e improvisar sobre él, estuvo cimentada en palos flamencos de rhythm contundente: tangos, tanguillos, bulerías y tarantos proporcionaron la columna vertebral sobre la que volaron las improvisaciones. La cantaora Delia Membrives fue una fuerza de la naturaleza, desplegando un cante visceral y desnudo que se imbricó con toda naturalidad a las propuestas de los músicos.
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Músicos Sergio de Lope (flauta y saxo); Chico Pérez (piano); Javier Rabadán (percusión) Gal Maestro (bajo); Delia Membrives (cante); Óscar Musso (director de la Big Band Real Conservatorio superior de música Victoria Eugenia). Lugar: Colegio Mayor Santa Cruz la Real. Fecha: miércoles, 11 de septiembre de 2025
Chico Pérez al piano fue sencillamente magistral, tejiendo con sus manos una atmósfera que oscilaba entre la delicadeza más sutil y arrebatos de pura energía. A su lado, Sergio de Lope, con su saxo y flauta travesera, respondió con un sonido rajado y atrevido, una verdadera 'voz' instrumental que dialogaba con las teclas.
Lorca estuvo presente con 'La leyenda del tiempo', 'La tarara' o el 'Romance de la luna, luna', por tangos, bajo los ecos de Camarón y un guiño a Lole. También estuvo presente, de manera inexcusable, Enrique Morente y su 'Estrella', entre otras.
Destacó, por otro lado, la labor de taracea del percusionista, Javier Rabadán, que supo dimensionar cada pieza, ofreciendo su latido exacto, ya fuera con las baquetas, las escobillas o la mano desnuda, en la batería o en la caja. Emotivos fueron la fusión de un taranto con blues, la pieza llamada 'Recuerdos de una noche de verano', el garrotín preñado de guajira, con unas pinceladas del 'Manisero' o las bulerías finales, en las que nos acordamos de El Mati y sus inicios.
No es un experimento, es una realidad. El hermanamiento del flamenco y el jazz vienen de lejos. Hace más de 50 años que los flamencos abren sus ventanas a otras músicas.
Artistas de prestigio, como Paco de Lucía, Enrique Morente o los Pata Negra, han firmado estas fusiones. El flamenco-jazz puede que ya no sea un subgénero, sino un lenguaje propio, necesario y creativo.
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