Ballet Flamenco de Andalucía: cantidad y calidad
Músicos: Patricia Guerrero (dirección artística); Adriana Gómez, Álvaro Aguilera, Ángel Fariña, Araceli Muñoz, Arturo Fajardo, Blanca Lorente, Claudia 'la Debla', David Vargas, Hugo Aguilar, Jasiel Nahin, Lucía 'la Bronce', María Carrasco y Sofía Suárez (cuerpo de baile); Sergio 'el Colorao', Amparo Lagares y Manuel de Gines, (cante); Jesús Rodríguez, José Luis Medina (guitarra); David Chupete (percusión). Lugar: Colegio Mayor Santa Cruz la Real. Fecha: martes, 9 de septiembre de 2025
Jorge Fernández Bustos
Miércoles, 10 de septiembre 2025, 10:12
Prueba fehaciente de la buena salud del flamenco en Granada estriba en la cantidad y sobre todo en calidad de nuestra cantera, que nos hace ... ocupar grandes espacios en el panorama nacional. No hay cartel ni festival que se prestigie en España, y fuera de ella, que no incluya los nombres de algún granadino. Resaltamos en las tres modalidades, cante, toque y baile, de manera clara y distinta. El flamenco granadino se distingue —quizá como el jerezano o el trianero— por sus maneras y su afición. Nos podemos gloriar igualmente de que la cabeza del Ballet Flamenco de Andalucía la ostenta la albaicenera Patricia Guerrero, Premio Nacional de Danza, que, en su escaso tiempo como directora, ayer, en el Colegio Mayor Santa Cruz la Real, estrenó en exclusiva, para la primera Bienal de Flamenco de Granada su cuarto proyecto, con la intención de celebrar el decimoquinto aniversario de la declaración del flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco.
El espectáculo se dividió tácitamente en dos partes. La primera contó con un repertorio musical donde destacaron las individualidades más que el conjunto, tanto en coreografía como en ejecución. La segunda parte, resultó un broche final apoteósico donde se le rindió homenaje a Granada, a sus maestros y al Sacromonte. Principió la noche acercándonos a Triana, con el buen comienzo de Lucía 'la Bronce' danzando con manila la música en off de Arturo Pavón. Sin mediar apenas receso, se le sumó el resto del elenco que, con imbricados paso a dos y apariencia de bailaores de antaño, hilvanaron un polo, en el que comenzó a destacar el cuerpo de músicos, con Sergio 'el Colorao', como artista invitado, a la cabeza. El tercer corte, de carácter contemporáneo, fue una explosión de buen gusto y arte expresivo, nos referimos o una petenera melódica bailaba por María Carrasco, con bata de cola negra, en donde destacó igualmente la percusión de David Chupete. Los aires malagueños, protagonizados por Álvaro Aguilera, Arturo Fajardo y Hugo Aguilar, se dieron cita con palillos y el aire de la escuela bolera. Los corridos y romances fueron una fiesta, en la que Araceli Muñoz, Claudia 'la Debla' y Sofía Suárez, dieron muestra de su buen hacer individual por bulerías.
Con una granaína, interpretada con delicadeza por Sergio 'el Colorao', se inició una segunda parte de corte local, donde Patricia Guerrero hace su aparición por primera vez, con un original vestido-pantalón rojo, bailándole al cantaor. 'Sacromonte' es un tributo, con la cara lavada, a la zambra, en el que todo el elenco ilustra los tangos de Granada, la cachucha, los fandangos del Albaicín o la Mosca, en un estallido de color encomiable. Un punto entrañable en esta pieza es cuando la granadina Claudia 'la Debla' se canta a sí misma un par de letrillas por tangos, haciendo la famosa caída hacia atrás, marca intangible del baile sacromontano. También llama la atención, el uso de cracabas marroquíes por parte del percusionista para seguir el compás.
Si hasta aquí, el espectáculo estuvo impresionante —para un servidor lo mejor Ballet Flamenco de Andalucía en manos de Patricia—, la recta final fue para quitarse el sombrero y no dejar de hacer reverencias. En primer lugar se acordaron de Mario Maya, primer director del ballet, en 1994. Una coreografía de Patricia Guerrero, protagonizada por ella misma, en el papel del gran bailaor, y por todo el elenco masculino, inspirada en baile más enigmático del maestro, fue una delicia de precisión para el recuerdo. Baile que se extendió por toná y martinete en recuerdo de Enrique Morente, donde el estallido de la batería no dejo lugar a dudas. Todo el elenco, en rojo y negro, coparon la escena e impusieron un punto final sin discusión.
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