Homenaje a la mujer granadina, en tono menor
Andrés Molinari
Viernes, 8 de marzo 2024, 23:58
El crítico debe mojarse. Y no sólo con la esperada y generosa lluvia que nos acogió a la entrada del Teatro Isabel la Católica, en ... cuya sala se saludaron coroneles y catedráticos, concejales y diputadas, tenderos y jubilados, escritores con nombre y granadinos anónimos. Todos lectores y simpatizantes de la extraordinaria revista Alhóndiga. Se esperaba una velada singular. La revista, que con el número presentado esa noche cumplía su séptimo aniversario en la calle, había echado el resto taraceando una antología de mujeres granadinas de todas las épocas. El teatro abarrotado, de personas y de paraguas, la víspera del Día de la Mujer y el hecho de que una mujer que se llama Ana Sánchez esté realizando esta proeza editorial, prejuzgaba un hito cultural para nuestra historia.
Pero el crítico debe mojarse. Y escribir que nada de lo esperado se nos ministró. Salvo las bellas y ajustadas palabras de la directora, nada se habló del contenido de la revista, nada de las mujeres allí reflejadas, nada de su índice o de su tripulación. Una presentadora, improvisando y necesitada de Ana saliendo entre bambalinas. Una larguísima entrega de distinciones que demeritan no poco a los premiados, pues cada singularidad se pierde en el marasmo de la cantidad. Allí: periodistas y bailaoras, pintores e ingenieros, médicas y fotógrafos… Mis manos ya torpes sin saber a quién aplaudía. Y de nuevo las equivocaciones de la presentadora canjeadas como gracejo sin ensayo. Ni una música de apoyo a la entrega de diplomas, ni una diapositiva al fondo… Mal comenzó la noche.
Y luego el largo y muy deslavazado desfile de artistas: Eloisa, ora con su madre ora con La Zarzamora; la indescriptible Claudia con su play back… Y la Alfonsina por José Manuel Cano, lo mejor de la noche, sin lugar a dudas. Una raya en el agua. Un placer mojarse con las gotas de su guitarra.
La grandeza, pulcritud y escrupuloso afán con que aparece cada número de la revista contrasta con lo deslavazado de algunas de sus presentaciones. Cuando ambas hermanas congenien florecerá una doble primavera en Granada, tal vez fruto de estas aguas: molestas pero necesarias.
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