La historia de un personaje de novela y su castillo se cita con la Granada más insólita

Para la segunda, el libro de Miguel Ángel León Coloma, 'El marqués del Cenete y el castillo-palacio de La Calahorra', el escenario escogido fue el Palacio de los Condes de Gabia, ya que este volumen es una coedición de la Diputación Provincial y la Universidad de Granada. A través de numerosas imágenes, el autor fue explicando algunas de las lagunas de conocimiento que hay en torno al monumento, comenzando por el hecho de que se desconoce el nombre de los arquitectos autores tanto del castillo como del palacio. Luego, desgranó algunos de los elementos que se encuentran desplazados del edificio, como una ventana con un rico programa iconográfico, que se conserva –en mal estado– en el monasterio de San Jerónimo.

El autor destacó igualmente su vocabulario arquitectónico propio derivado de su condición militar. El castillo de La Calahorra, afirmó, tuvo una importancia estratégica importante en momentos como la rebelión de los moriscos, a pesar de lo manifestado por cierta historiografía. Su arquitectura permite una defensa férrea, y dispone de elementos innovadores, como un adarve cubierto que se puede encontrar sobre todo en castillos centroeuropeos, y que protege a los defensores del frío.

El abovedamiento de las torres, por ejemplo, que ha hecho sostener a algunos que era una evolución del castillo árabe, no se basa en la influencia islámica, sino italiana, como dijo el autor. También procede de la influencia italiana la colocación simétrica de las ventanas.

También hubo lugar en la presentación para repasar la figura de Rodrigo de Mendoza, hijo natural del cardenal Mendoza, «un dandy, un hombre al que gustaba vestir muy bien». También desmontó León la hipótesis de un posible proyecto de enlace con Lucrecia Borgia, que no se sostiene por la propia biografía de la hija de Alejandro VI. Persona versada en arquitectura, la concepción renacentista del palacio fue idea suya, y la contratación de Michele Carlone como diseñador de las portadas y el proyecto de la escalera y la logia. También se repasaron otros detalles en el acto, como el viaje del marqués a Italia o la relación de la decoración del palacio con el 'Codex Escurialensis'.