La herencia afectiva y literaria de Fernando Marías, protagonista en el lunes del Gravite
Una mesa redonda con algunos de sus amigos y la entrega del Premio instituido en su memoria a Javier Olivares marcan la tarde en la Madraza
José Antonio Muñoz
Granada
Martes, 31 de mayo 2022, 00:49
Fernando Marías (Bilbao, 1958– Madrid, 2022) dejó huérfanos el pasado 5 de febrero a miles de amigos. Algunos de ellos se reunieron en la tarde ... de ayer en el Palacio de la Madraza, dentro de una jornada más del Festival Gravite, cuyos responsables, Jesús Lens y Gustavo Gómez, han instituido un Premio en su memoria, que durante la velada se entregó por primera vez al dibujante Javier Olivares.
En la mesa redonda participaron la crítica literaria y profesora, Remedios Sánchez y la escritora Clara Peñalver. En un ambiente marcado por la emoción, ambas hicieron una semblanza del autor de 'El niño de los coroneles' desde el recuerdo de su primer encuentro hasta la honda pena de su muerte. Fue, con todo, una charla luminosa en torno a un «psicópata de la cultura», como le definió cariñosamente Clara Peñalver. Y también llena de humor, con momentos para la sonrisa, como cuando Remedios Sánchez contó la anécdota del lío en que se metió por culpa de 'La luz prodigiosa', cuando, siendo una estudiante de Bachillerato, dio por buena la versión, expresada por Marías en esa novela, de que Federico García Lorca no murió una madrugada de agosto de 1936 en el barranco de Víznar.
Ambas repasaron igualmente, más allá de su historia personal jalonada por múltiples vivencias, la influencia que dejó Marías en Granada. Una influencia vinculada indefectiblemente al Festival Granada Noir, del que fue uno de sus principales impulsores, y al propio Festival Gravite, cuyo desarrollo posterior no habría sido posible sin el aliento del autor, quien además, recibió el Premio Viajero en el Tiempo, otorgado por sus organizadores. Remedios Sánchez también rememoró su particular historia en el marco del Festival Internacional de Poesía, que codirige, y que se nutre de deseos para que acudiera, y de 'robos' por parte de Lens y Gómez, que prácticamente se aseguraban su presencia de año en año en sus eventos. Ayer fue, sin embargo, la dolorosa pero feliz oportunidad para que ambos ciclos, imprescindibles cada uno en su ámbito, se encontraran en torno a la memoria de quien fue capaz, no solo de sobrevolar con su generosidad los cenáculos literarios, sino de hacer amigos allá por donde pasó.
Una sorpresa
Tras la charla, llegó el momento de entregar el Premio Memorial Fernando Marías al dibujante Javier Olivares, quien contó de forma sorpresiva que 'Arde este libro', con el que el escritor saldó cuentas con su propia existencia, no fue, como creían los presentes, su última obra. De hecho, anunció la próxima publicación de una novela gráfica con guion de este y dibujos suyos, en torno al personaje de la novela 'El silencio se mueve' de Marías, el misterioso ilustrador Joaquín Pertierra –creación del propio dibujante–, a quien, a pesar de ser un personaje literario, hay quien sigue citando como uno de los referentes de la ilustración española en la década de los 70.
Olivares, como todos los intervinientes en los actos de la tarde, se quebró al hablar de Marías y su benéfica influencia en la vida de tantas personas. En la charla posterior que el dibujante mantuvo con Joaquín López Cruces, ambos exploraron el imaginario creativo del autor madrileño, que ha reflejado como nadie a la capital de España, hechos y gentes.
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