Granadinos por el mundo
Cincuenta años lleva Granada exportando música a los escenarios más remotos
Juan Jesús García
Lunes, 5 de agosto 2024, 00:01
A Lorca le quedó maravillosamente premonitorio señalar que la única salida de la ciudad era por el cielo, pues lo cierto es que numerosos artistas ... han podido llevar volando sus talentos por el mundo, y desde hace años. Desde California a China, India, Australia o Japón, los músicos granadinos se han dejado escuchar ante públicos de otras y muy diferentes culturas, y no necesariamente ahora que la globalización ha permitido reducir a la casi nada el diámetro del planeta, si no también cuando viajar era hacerlo a hélice de manivela.
Esta misma semana un músico de Jazz como Jesús Hernández regresaba de hacerse un tour por un buen número de clubes estadounidenses con sus Bojaira 'Made in USA' (su banda 'residente' allí), pasando por Michigan, Atlanta, N. Jersey y posteriormente Nueva York. Los duros de Azrael se trotan California ahora mismo (ya estuvieron en dos ocasiones por Nicaragua, México y Los Ángeles). Y a la par, a varios miles de kilómetros más abajo, Fran Fernández lleva un mes cruzando México, excursión estable que hace ya todos los años. Los tres toman el relevo de El Jose, casi todavía curándose del jet lag tras volar por Uruguay, Argentina, Chile, Perú, Colombia y México.
Pioneros, viajeros
Ya en los años sesenta encontramos a nombres como los de Los Ángeles en su célebre viaje a Cuba para participar en el festival Varadero 70, episodio del que buena cuenta dio en texto e imágenes Fernando Díaz de la Guardia: «¡Fueron recibidos como los Beatles!», recuerda; con posterioridad repetirían varias veces en Miami. Obviamente Miguel Ríos también vio mucho mundo entonces (y ahora) cuando su 'Himno de la alegría' le permitió ensanchar el alma, que diría Robe Iniesta, dando la vuelta al mundo y hasta viendo a Elvis 'in person' en Las Vegas. Sin olvidarnos de Julián Granados (al que llevamos años sin escuchar aquí, y que sigue activo, por si lo lee alguien interesado), en cuyas actuaciones tokiotas de 1972, contaban los rumores de época (no desmentidos), que tuvo un affaire con Agnetha Åse Fältskog; sí, la cantante rubia de ABBA, a la par que ganaba el Premio del Gran Jurado de la Crítica en el festival Yamaha.
Por entonces Valen llegó residir en Nueva York y de 'La mano de dios' se presentó varias veces en el mítico Madison Square Garden, donde también se escucharía más tarde el rugido del Ronco del Albaicín. Como en el Carnegie Hall, donde sonó el piano jazzístico de Sergio Pamies con la orquesta del Lincoln Center, o la trompeta de Julián Sánchez. Por no hablar de Miguel Gallardo, probablemente el granadino de mayor proyección en Hispanoamérica: sus baladas amorosas le hicieron extremadamente popular en aquellos países, donde tantas adolescentes cantaron aquello de «Hoy tengo ganas de ti», que recibió dos 'discos de diamante' por 20 millones de discos vendidos.
Los flamencos saben mucho de captar divisas en otros mundos, pero no es tan conocida la exportación de conjuntos a finales de los sesenta y setenta, cuando eran reclamados por el circuito de los países nórdicos y de Extremo Oriente, así como por cruceros durante meses en los mares más remotos. Japón, Suecia, Noruega, Arabia o Líbano tuvieron su banda sonora interpretada por una legión de artistas granadinos.
Algo que puede detallar muy bien el organista de jazz Enrique Valdivieso, a quien la primera guerra civil libanesa le cogió actuando en el Beirut, y tuvo que desarmar (hay quien asegura que serrar) su monstruoso Hammond para poderlo meter en maletas y huir por piernas de las bombas. Agencias como las de los hermanos Jiménez eran los proveedores de esta solicitada exportación de profesionales cuando aquí menudeaba el trabajo para una generación, la de los sesenta, que se sintió desplazada del foco con la irrupción de los más jóvenes armando mucho ruido con el Hard Rock, el Metal o el Punk.
Cantautores sin fronteras
Al otro lado del espectro sonoro, en ese mismo periodo, fue el momento cumbre de la canción de autor, un género que aquí ha sido defendido por múltiples representantes y de alcance internacional. Un Carlos Cano no paró, comenzando con aquel viaje para actuar en Cuba que se pude calificar de iniciático como recuerdan todos sus participantes. También Raúl Alcover hizo sus pinitos en Hispanoamérica, sobre todo en Colombia, donde tuvo tanta faena que llegó a residir.
Mario Ojeda, Arco, Elena Bu, Fede Comín, o el citado Fran, conocen aquellos países al dedillo, mientras que José Luis Pareja prefirió Cuba (grabando allí un disco en la casa de Silvio Rodríguez). Por su parte Juan Trova actuó en Nueva York de la mano del Instituto Cervantes, cosa que ya había hecho antes la malograda Celia Mur. Por último Viki Cruz, con Minha lúa, ha hecho las delicias, y nunca término más apropiado para hablar de su música, a los escuchantes brasileños y caboverdianos.
Y qué decir del buenrollismo local, estilo sin fronteras por definición. Aunque Amparo Sánchez sea alcalaína, es nuestra por crecimiento y adopción; la madrina del género es una genuina trotamundos con parada y fonda en el sur de los USA, Cuba y México, donde ha grabado algunas de sus canciones. Otros que tal son Eskorzo, adictos a las rayas de la carretera, cada gira suya es un mes entero recorriendo Europa a concierto por noche, y por el otro lado también dieron su salto a Colombia.
Nacidos para correr
Nuestros roqueros no iban a ser menos gastando visas. 091, se asomó por Venezuela en su única excursión con pasaporte (bueno, y Francia, pero está aquí al lado), y La Guardia grabó y tocó en Los Ángeles. Mención especial, por la época en que sucedió, los 80, merece el quinteto Turno de Noche, contratado por una agencia americana, cruzó USA de costa a costa, siendo el único grupo granadino que ha actuado en un casino de Las Vegas.
Los festivales Vive Latino mexicano y el SXSW de Texas han amparado a muchas otras marcas como Guadalupe Plata (insistiendo por libre también varios años), Los Planetas (con generoso recorridos también varias temporadas) o Napoleón Solo… Pero si hay una banda que hizo historia por sus desplazamientos por tierra mar y aire fueron (¿o son?) PPM; el trío se hartó de hacer kilómetros por países europeos, y sus giras por el circuito punk americano se cuentan con los dedos de dos manos.
Los Lagartija versión Mawlid recientemente estuvieron en los Emiratos (ya con el 'Omega' recorrieron el orbe entero); a los Mutantes se les escuchó en el mexicano Sol Música, y las Dianas estuvieron cuatro noches en el DF. Por distancia ganan Yahlé, Toni Molina y Color Flamenco, que llegaron a China, India y Sudáfrica, y Australia respectivamente.
Y ahí es nada la cosecha local de reguetoneros, raperos, latinos y traperos, como Lola Índigo que ha pasado por el Lollapalooza, o Saiko, al que ya han aplaudido en Chicago, Dallas, Houston o San Diego. ¡Para ellos el mundo ya es solo un 'click'!. De Granada se sale, sí, y hacia los siete cielos.
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