Mauricio Bautista | Actor
«Granada es un gran escenario de cine que está todavía por explotar»Tras dirigir con éxito su primer corto, 'La vuelta al mundo', el intérprete granadino no ha parado de trabajar en series y en el teatro representando a Julio César en 'Cleopatra'
Mauricio Bautista (Granada, 1972) creció entre el Zaidín y los Alminares. «Mi papi tenía la Churrería Suiza donde se cruzan el Camino de Ronda con ... el río Genil», recuerda. Estudió Derecho en la UGR hasta que leyó en la Gaceta Universitaria que Gustavo Funes daba un curso de teatro. «Tienes todas las facultades para hacer carrera», le dijo después de interpretar obras como 'La petición de mano' de Chejov.Tras pasar las pruebas en la academia de William Layton, hizo las maletas para irse a Madrid. No perdió en ningún momento su contacto con Granada. Ha trabajado en más de sesenta series y 'tv movies'. Lo hemos visto en 'La Moderna', 'Gran Reserva', 'Caronte', 'Carmina', 'Víctor Ros', 'Acacias', 'La pecera de Eva' y 'Amar es para siempre'. También en 'Arrayán', su gran escuela.
–¿Qué significa para usted este lugar en el que nos encontramos, el Carmen de la Victoria?
–Es un sitio muy especial para mí porque en 2004 rodamos 'La luz prodigiosa', de Miguel Hermoso. Veintipico años después he rodado mi primer corto, 'La vuelta al mundo', y ahora estoy contigo hablando sobre mi carrera (risas).
–Vive en Madrid, pero siempre mirando de reojo a Granada...
–Sí, cuando logras que te conozcan, da igual donde vivas. Resido en Madrid y Granada. Desde hace un par de años intento estar muy vinculado con la gente que hace cine por aquí. También a los Premios Lorca y Jóvenes Realizadores.
–Si tuviera la oportunidad de ser 'prota' de un largo en Granada ¿en qué localizaciones le gustaría rodar?
–Granada es un escenario increíble. La Alhambra, el Albaicín, el Centro, edificios modernos como el Cubo de CajaGranada... todo está por explotar todavía.
–¿Qué le ofrece Madrid?
–La industria.
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–¿Y Andalucía?
–'Arrayán' dio empleo en su día a todos los actores andaluces de mi generación. Fueron unos mil capítulos. Andalucía ofrece un cine súper interesante. Intento ver todo lo que se hace aquí, y me muero por formar parte de este ecosistema con gente joven como Guillermo Rojas.
–¿Se puede tener un papel protagonista con acento andaluz fuera de nuestra comunidad?
–Ya sí. Tengo mi acento granadino, pero en 'Gran Reserva', por ejemplo, yo era un agricultor de Aragón que, lógicamente, debía hablar con acento aragonés. Los actores hemos de tener muy trabajada esta versatilidad. Si el personaje no se circunscribe a ningún territorio, nadie te va a decir nada.
–¿Cuál es el papel que ha dejado más impronta en su trayectoria?
–Estuve haciendo durante tres años un personaje oscuro y maltratador en 'Arrayán', la serie de Canal Sur, que dejó gran impronta en mí. La gente se creía que era así de 'cabroncete' y me identificaba por la calle. Eso es que hice bien mi trabajo (risas).
–¿Cree que todo actor debería pasar por una serie para 'curtirse'?
–Cuando es una serie diaria, solo piensas en ella. Si representas un personaje con trama fija, vives para estudiar y para preparar las escenas. Es lo más heavy, pero también lo más satisfactorio. Ojalá todos los compañeros y compañeras tuvieran la oportunidad de hacerlo, pero desgraciadamente hay demasiado paro en la profesión. Muchas veces ven tu trayectoria y te llaman porque sabes que vas a responder. En un set de rodaje hay cincuenta personas haciendo su trabajo y tú formas parte de ese engranaje.
«No aspiro a ser protagonista en una película, solo quiero seguir trabajando»
–Sus trabajos están asociados habitualmente al drama. ¿Se ve haciendo comedia?
–En esta profesión la capacidad de elección no depende muchas veces de ti. Me encanta la comedia, pero es cierto que si miras mi trayectoria, mis personajes van más por el drama. Me encanta que me encasillen ahí.
–¿Vive de esto?
–Sí. Si te centras solo en una cosa, no vives de la interpretación. Me apasiona todo lo que hago y he tenido la suerte de trabajar en muchas cosas. He hecho cine, televisión, teatro, ópera, doblaje, castings... Yo recomendaría no quedarse solo con una faceta.
–Lo último, la dirección de un corto. ¿Qué ha supuesto para usted estar detrás de las cámaras?
–Hace cinco años yo y mi socio creamos una productora especializada en rodaje de vídeo books para actores. Había un nicho de mercado. Me apasiona la dirección de actores. Después de tanto tiempo, decidí meterme a saco con mi primer corto, 'La vuelta al mundo'. Quiero seguir desarrollando esta faceta, aunque desde enero no he parado de currar todas las semanas como actor, que es mi prioridad.
–¿Cómo ha ido la gira con 'Cleopatra', donde se ha metido en la piel de Julio César?
–Trabajar con Ceres Machado ha sido una experiencia maravillosa. Es una profesional súper polivalente que acaba de hacer 'Reflejo en una habitación'. Ha supuesto reencontrarme con las tablas, con los ensayos y cara a cara con el público.
«'Arrayán' dio empleo en su día a todos los actores andaluces de mi generación»
–¿Cuáles son esos grandes proyectos que le quedan por hacer?
–No aspiro a ser protagonista de una película, solo quiero seguir trabajando. Que cuenten conmigo para las series. Me encanta la televisión. Ese proceso de empezar con un personaje y desarrollarlo es fascinante. Esa es mi aspiración.
–¿Dónde le gusta perderse en Granada?
–Con mis amigachos, en El pie de la torre. Patear por el centro es maravilloso. Granada es una ciudad planita muy paseable.
–¿Dónde queda la familia?
–También me he acercado más a Granada porque el verano pasado murió mi papi. Mi padre y su esposa, que era como mi madre, fallecieron uno después de otro tras dos años de padecer alzhéimer. Cuidarlos me trajo nuevamente a Granada. Me di cuenta, tras veinticinco años en Madrid, que quiero seguir vinculado a Granada.
–¿Cómo curte como persona y actor una experiencia así?
–Mi papi estuvo todos los días luchando por su negocio... claro que te curte. Tenía que estar con ellos hasta el día que se fueron.
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