«Granada tiene una deuda importante con mi padre»

-¿Cómo surge la idea del concierto?

-En 2016 se hizo un tributo homenaje a mi padre en el Palacio de Deportes por los 70 años que hubiera cumplido. En estos dos años hemos ido gestando y viendo cómo se puede repetir y la imposibilidad de hacer algo tan macro como aquel entonces. La idea era llevarlo a un formato más pequeño y podre rodarlo.

-¿Cómo ha sido la selección del cartel?

-Los intérpretes surgen porque, después de ese concierto en Granada y después en Sevilla, hay una serie de artistas que se involucran en el proyecto. Evidentemente la gente tiene su agenda de trabajo, tiraremos de ellos y si no de artistas invitados, según en la ciudad en la que estemos, pero ahora mismo los intérpretes son los que se ofrecieron y les une el deseo común de reivindicar a Carlos Cano.

-Hay intérpretes de disciplinas muy variadas y alejados de su estética.

-Carlos Cano tenía muchos registros. Era urbano y era muy duro, aparte hacía cuecas, bolero, copla, tangos... La cosa de seleccionar artistas de mundos diferentes es por llevar a Carlos Cano a otros universos, revitalizarlo de otra manera y hacerlo intergeneracional, para acercarlo a la gente más joven.

-¿Escuchar a Carlos Cano es escuchar la voz de Andalucía?

-Sí, creo que sigue siendo la banda sonora del pueblo, de la reivindicación y de la lucha. Estamos viviendo momentos convulsos, vamos un poquito para atrás, los temas de mi padre siguen siendo actuales, siguen estando vigentes, que por otra parte es una pena, nos cuesta evolucionar.

-¿Qué tiene de flamenco?

-Ha sido un investigador de las músicas, de su unión y del mestizaje y en el estudio de nuestra cultura popular entra el flamenco, aunque él no fuera flamenco específicamente.

- Es una de las personalidades granadinas más destacadas de los últimos años, por su arte y su compromiso. ¿Tiene el puesto que se merece dentro del recuerdo?

-No. Creo que Granada tiene una deuda importante con mi padre. Han pasado ya 18 años desde que murió y hay que reivindicar su figura, que haya lugares de memoria. No existe nada. Hay gente que viene y echa de menos un sitio donde sentarse y recordarlo. Granada es mala madre, pero el resto de Andalucía también ha sido muy injusta con Carlos Cano en cuanto a reconocimiento. Recordemos que se le nombra hijo predilecto después de muerto. Son detalles para pensar. Y después de estos años en Andalucía no se ha reivindicado lo suficiente. La mayoría de las cosas que se han hecho en Granada o en Sevilla han sido promovidas desde la asociación.

-¿Puede ser que en un momento de su vida renegara de su tierra?

-Mi padre sufrió momentos de decepción política con Granada y con Andalucía. Después de toda la lucha, después del franquismo, que lo metieran en la lista negra del PSOE tuvo que ser bastante duro. Que le dijeran que no iba a cantar de Despeñaperros para abajo después de lo que había luchado por Andalucía tuvo que ser doloroso emocionalmente. Granada es una ciudad injusta en general, ya no con Carlos. Es una ciudad a la que le falta cariño, le falta amor propio y reivindicar lo nuestro. Yo me desespero a veces. Llevo trabajando desde el legado de mi padre desde 2011 y a veces cuesta. No hay recursos para sacar el legado adelante, desde reeditar los discos hasta hacer cualquier cosa. Todo es muy costoso. Muchas veces tengo a Lorca de referente y me digo, si con Lorca estamos tardando, relájate, que aquí en Granada... Pienso que, aparte de que haya o no haya dinero, Carlos Cano sigue siendo un personaje algo incómodo.

-Artísticamente en cambio sí se le reconoce. Muchos autores que lo reivindican y cantan sus canciones.

-Sí, desde Martirio y Pasión Vega hasta Enrique Urquijo pasando por Estrella, Marina o Argentina. A nivel de pueblo se añora y se echa mucho en falta. Una de las cosas bonitas que he vivido yo en este tiempo es la necesidad de la gente de tocarte cuando se enteran de quién eres.