El Gobierno prohibirá rodar escenas sexuales sin el control de un coordinador de intimidad

La reforma, según aseguró la propia titular de Trabajo, la vicepresidenta Yolanda Díaz, pretende actualizar una legislación ya obsoleta, que data de 1985, y aumentar los derechos y combatir la precariedad de los artistas, técnicos y auxiliares que trabajan en las artes escénicas, audiovisuales y musicales, un sector que da empleo en España a unas 720.000 personas. Es, resumió Díaz, la reforma laboral del mundo de la cultura.

El acuerdo básico entre el Ejecutivo y los representantes del sector, que ha exigido decenas de reuniones durante meses, será el núcleo de la reforma que se realizará a través de un real decreto que comenzará su tramitación en breve, con la apertura de la fase de consulta pública, pero que aún necesitará de meses para que pueda entrar en vigor tras ser aprobado por el Consejo de Ministros.

Uno de los grandes objetivos de la norma será terminar con el descontrol que en algunos casos se da en el rodaje o grabación de escenas de carácter íntimo o sexual, en las que muchas veces nadie garantiza plenamente el consentimiento sobre lo que ocurre o que no se producen situaciones inadecuadas o no deseadas por los actores. Díaz, en el acto en el que se presentó el acuerdo, en el que estuvo acompañada por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, indicó que se va a acabar con el «esto es lo que toca» y con el resto de abusos que originaron las denuncias en todo el planeta del movimiento MeToo.

La reforma legal, en su apartado de planes de igualdad y contra el acoso, establecerá que la figura del coordinador de intimidad no será una posibilidad sino algo obligatorio en cualquier rodaje. Este especialista deberá asegurarse tanto durante la preparación de la escena como en su grabación que se hace con respeto y consentimiento. Es el profesional que deberá proteger y velar por la seguridad y la integridad personal del actor o actriz. La empresa estará obligada a dar toda la información a los intérpretes sobre este coordinador y sobre los procedimientos que existen para denunciar cualquier tipo de acoso o incomodidad en el momento en que se firme el contrato.

El segundo gran cambio busca terminar «con la ley de la selva» y blindar el trabajo y el derecho a la propiedad intelectual de todo tipo de creadores y artistas frente a los desmanes de la IA generativa. Cualquier utilización de la voz, la imagen, la música o la producción de cualquier artista con este tipo de herramienta digital, sea para crear nuevos contenidos, modificar los existentes o incluso entrenar a la propia IA, estará prohibida salvo que cuente con el consentimiento expreso del autor y se llegue a un acuerdo con él para pagarle por este tipo de uso.

La futura ley dejará claro que la utilización mediante IA de la imagen, voz o producción de un artista no forma parte de su contrato básico de servicios profesionales y que si se quiere realizar operación deberá autorizarse de forma expresa por escrito por el autor y remunerarse aparte. De igual forma, una comisión formada por representantes del Ministerio de Trabajo y del sector artístico evaluará en el plazo de dos años tras la aprobación de la norma la efectividad de la regulación sobre el uso de la IA y determinará si es preciso introducir cambios.

La tercera pata del acuerdo es la regulación legal, por primera vez en España, de la participación de los menores en los productos o las actividades artísticas, con el fin de asegurarles unos derechos mínimos e iguales en todos los sectores y en todo el país. La medida principal es que se acabó el trabajo en casa o autónomo, muy usado en proyectos personales o familiares a través de redes sociales. Con la aprobación del decreto solo se permitirá el trabajo asalariado y por cuenta ajena. El objetivo es que esa empresa sea la responsable ante la Inspección de cumplir con las obligaciones que se imponen. Entre ellas deberá garantizar los límites de jornadas y de horarios según la edad que se impongan en el reglamento para el trabajo artístico de menores y también deberá garantizar que la actividad del menor es compatible con la buena marcha de sus estudios y con su vida social y el disfrute del ocio.

La vicepresidenta segunda, ante un auditorio plagado de actores, directores, guionistas, músicos, técnicos y representantes de todas las profesiones del gremio, se comprometió a que no solo van a realizar la reforma legal sino que «nos vamos a encargar de vigilar desde la Inspección de Trabajo que esto se cumple».

El acuerdo del mundo artístico con el Gobierno incluye otros compromisos, como es la creación de una comisión de estudio que proponga una reforma del régimen de representatividad en el sector de las artes escénicas, audiovisuales y musicales, y que esté adecuado a sus características propias de intermitencia y temporalidad. De igual manera, prevé crear, en el plazo de seis meses, una comisión para la evaluación y puesta en marcha de programas de adaptación y recualificación profesional en el sector cultural.