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Recetario de Pilar Sánchez Acal. R. C.

Guisos para una contienda y sabores de evacuados

Gastrohistorias ·

'Recetas de guerra: España a través de su gastronomía' mezcla cocina doméstica y testimonios reales de un país hambriento

Ana Vega Pérez de Arlucea

Viernes, 12 de julio 2024, 00:31

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Cuando hay hambre se comen muchas cosas que en tiempos buenos nos revolverían el estómago. Yo gato no comí, pero caballo sí. Debía de ser ... algún penco viejo y flaco y la verdad es que no se le podía hincar el diente [...] Lo que no llegué a comer fue perro, pero faltó bien poco». Cuando comenzó la Guerra Civil la aragonesa María de Monlora Castillo tenía 19 años. Sus padres habían tenido que viajar a Zaragoza y ella había quedado al cargo de sus tres hermanos menores, en Madrid, para lo que en teoría iba a ser un tiempo breve. De las vacaciones de verano, las cenas en la terraza y el cine al aire libre pasaron casi de un día para otro a ver muertos en las calles y hacer cola desde las 4 de la mañana para comprar pan, lentejas o aquel sospechoso trozo de «corderito lechal» que a su hermana Ángeles le dieron en la carnicería, de tapadillo como si fuera un tesoro, y que resultó ser perro.

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Guisos para una contienda y sabores de evacuados