Las galerías privadas mantienen el deseo de los granadinos de disfrutar de las artes plásticas
Santiago Collado, Ruiz Linares, Ceferino Navarro y Arrabal &Cía, ejemplos de centros de exhibición que han continuado mostrando obras
José Antonio Muñoz
Granada
Martes, 2 de junio 2020, 01:36
Las galerías y centros de arte privados han sido la única luz en el mundo de las artes plásticas en un momento de oscuridad ... casi absoluta, salvada, solo en parte, por la semioscuridad virtual. Siguiendo con rigor las etapas del confinamiento dictadas por el Gobierno –incluyendo las dos semanas de cierre total y las otras con cita previa–, están intentando capear el temporal sin perder la esperanza en una pronta vuelta a la normalidad. Ceferino Navarro está recomenzando su actividad en su galería de la calle San Matías. «Estamos preparando la mesa del director con una mampara, geles y guantes a la entrada... Cuando cerramos teníamos recién abierta una exposición de un chico joven, Agustín Díaz, que vamos a mantener, y las muestras de Jesús Conde y Pablo García Ávila se desplazarán hasta otoño», afirma. Añade que «quizá esta pandemia nos haya dado un toque de atención para reinventarnos, reorganizar los contactos entre autores y posibles clientes...».
Navarro lleva desde 1997 con la galería abierta, y no sabe si le quedará «fuelle artístico» para sobrevivir a otra crisis como la de 2008. «Granada tenía galerías increíbles que se llevó por delante aquella crisis. Si la de ahora es tan dura, lo vamos a pasar mal», dice.
Alejandro Gorafe es uno de los puntales de Arrabal&Cía., y recuerda que cuando llegó la pandemia tenían una exposición del artista abulense Gabriel Ramos, con un ciclo de conferencias asociado. «Hemos estado dos meses desconectados, pero ya estamos en marcha de nuevo, preparando una exposición del joven artista granadino de 19 años BON –esperanza, en islandés–, titulada 'Penumbra' y donde utiliza tintas chinas negras sobre blanco para crear un universo conectado con la estética 'emo'», comenta. La muestra de Gabriel Ramos 'En la carretera. Daños colaterales' se retomará en el mes de septiembre. Mientras, han puesto en marcha dos proyectos muy diversos: una exposición virtual –como tantas, dice no sin cierto humor Gorafe, aun dando el valor que tiene esta nueva forma de difundir el arte durante la pandemia– que se va a llamar 'Tiempo de reflexión'. y donde se incluirán obras de los artistas socios de la galería. Esta muestra estará en la web 'sine die', y paralelamente, habrá otra colectiva temporal. «Teníamos mucho interés en abrir en junio. Además de nuestro compromiso con los socios, está nuestro deseo de seguir conectando al arte con la ciudad. Para nosotros es imprescindible».
Ventas
Fernando Ruiz-Linares es uno de los grandes especialistas en arte con que cuenta Granada. Desde su espacio en la calle Estribo, alterna la exposición permanente de grandes maestros como Gómez de la Serna, Manuel Ángeles Ortiz, Isidoro Marín o Apperley, con grabados de Durero y obras de maestros contemporáneos como Ángeles Agrela, Valentín Albardíaz, Peña-Toro, Julio Juste o Santiago Ydáñez, y muestras temporales de jóvenes nombres del arte. «Granada es cuna de grandes artistas, y entendemos que es nuestra obligación darles a conocer. Desde que galerías como Sandunga cerraron, tenemos la responsabilidad de acercar su trabajo a personas interesadas en apreciarlo», afirma.
Aunque la suya no es una galería al uso, afirma que «la contemplación de la obra de arte es un hecho cultural indudable, y personalmente pienso que el interés no ha decrecido, a juzgar por los precios que se siguen manejando en las subastas, y al interés de quien aprecia el arte por adquirirlo. Mis colegas de Madrid me confirman que esperaban un desierto total en cuanto a ventas tras la pandemia, y tímidamente, se está moviendo».
Y si hay una galería que ha acercado el arte al común de los granadinos en los últimos tiempos, ha sido Santiago Collado. Desde su ubicación en el Zaidín, afirma que «a pesar de la crisis, nuestra exposición con obras de Miguel Carini está resultando muy bien. Incluso en la época en que se tenía que venir con cita previa se han vendido obras». Collado tiene un método propio para establecer tratos con los artistas y los clientes, que incluyen compromisos donde se va más allá de la afinidad artística para crear sólidas relaciones, o la posibilidad para los clientes de pagar en cómodos plazos mensuales. «El público de a pie, la gente trabajadora, tiene un gran gusto por lo bueno, y hay que facilitarlo. Así es como el arte funciona», comenta.
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