«'Furia Maya' es un espectáculo de verdad, sin trampa ni cartón»
El bailaor granadino reestrena mañana un espectáculo de largo recorrido, con la cantaora Remedios Amaya como invitada de lujo
Jorge Fernández Bustos
Viernes, 10 de mayo 2024, 00:11
Mañana a partir de las 21.30 horas el bailaor granadino Juan Andrés Maya, después de 40 años en los escenarios, presentará su obra 'Furia ... Maya', en el teatro municipal Isabel La Católica. Una revisión de su vida: «un paseo desde mi infancia hasta la actualidad; mis orígenes y raíces, mi vida artística, mis luces y mis sombras».
–'Furia Maya' es una obra concebida hace años, que va y vuelve. ¿Qué tiene esta nueva entrega?
–Tiene más sabiduría, más conocimiento, es una obra más reposada, y con mejores elementos, tanto artísticos como técnicos. En esta estoy solo yo, como bailaor, acompañado de Remedios.
–¿Cuál es la esencia de 'Furia Maya'?
–Es mi historia, la historia de una vida, de un recorrido y una trayectoria, así como de un aprendizaje.
–¿Qué le aporta Remedios Amaya al espectáculo?
–Remedios aporta todo, ella es 'la genio' del flamenco, es una maestra y para mí es un honor que me acompañe en mi espectáculo y poder bailarle. Es leyenda viva del cante flamenco.
–También cuenta con su madre, La Salvaora. ¿Cómo, después de tantos años se ofrece para acompañarle?
–Un poco la he obligado, porque ella lleva retirada muchos años. La retiró mi padre cuando era joven. Este espectáculo es tan flamenco, tan gitano… Ella y Remedios aportan eso, la gitanería, la pureza y la 'racialidad'.
–¿Cuál es su papel en la obra?
–Mi madre para mí es mi casa, mi hogar, es donde siempre vuelvo para encontrarme y buscarme. Y ese es su papel, tanto en la vida real como en el espectáculo, es nuestro reencuentro, madre e hijo, después de tantos viajes y tantas giras, es donde siempre vuelvo y con quien siempre quiero estar.
–¿Habrá otras sorpresas?
–La máxima sorpresa es que este espectáculo es la verdad, sin trampa ni cartón.
–¿Qué opina del baile actual?
–Es técnica, virtuosismo, pero se deja de lado el corazón. Hay que entregarse más.
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