La fotografía de Manuel de Falla
Una exposición conmemora cien años de la llegada del compositor a Granada | La muestra, instalada en la sala Zaida de la Rural, recoge documentos que resumen los principales hitos de la vida del gaditano en la ciudad
Todos tenemos una foto personal en la que nos vemos especialmente guapos. Esa que ponemos en el perfil de 'guasap'.Manuel de Falla no tenía ' ... guasap', pero sí una foto preferida que facilitaba a la prensa cuando le hacían una entrevista o tenía que presentar su currículum. Ahora usted tiene la posibilidad de verla en Granada. Y además, en grandes dimensiones. Está en la sala Zaida de la Caja Rural de Granada y con ella comienza 'Tiempo y armonía', una exposición que conmemora el centenario de la llegada del compositor gaditano a Granada en 1919, aunque imaginariamente llevara instalado en la capital de la Alhambra unos años antes. Precisamente junto a la Alhambra.
Pero volvamos a la foto. Manuel de Falla se la hizo en algún bulevar de París. No se sabe exactamente la fecha, aunque todo apunta que fue a principios de 2014, con lo que don Manuel sumaba ya treinta y ocho inviernos. Hacía frío. Mucho frío. Llevaba un elegante bombín y un chaquetón de tres cuartos con cuello de terciopelo. Ese día había llovido –por la ausencia de sombras en la cara seguro que estaba nublado– porque Falla llevaba un paraguas colgado de su brazo izquierdo. El bigote, poblado y bien perfilado. Al estilo de la época. Pero sin duda lo más característico de esta imagen, y de la inmensa mayoría de los retratos en que Falla clava sus ojos en la cámara, es esa mirada afilada, transparente y directa que transmite paz. Estaba a punto de estrenar 'La vida es breve' en la Ópera de París. Las crónicas del momento hablan de un auténtico exitazo.
Pero esa cianotipia –la técnica utilizada en el revelado que proporciona ese tono azulado– es relevante por lo que se ve y por lo que no se ve. En 1904 Manuel de Falla ya soñaba con vivir en Granada, aunque nunca la hubiera visitado. «Esa es la magia», asegura el comisario de 'Tiempo y armonía', José Vallejo, quien ha montado una muestra sorprendente y rigurosa a partir de documentos de enorme valor traídos del Archivo Manuel de Falla y también de sus fondos personales. Como esos dos dibujitos de Federico García Lorca que casi nunca se han visto. Como la curiosa caricatura del Concurso de Cante Jondo de 1922 realizada por Antonio López Sancho. O como la última carta de Falla a Zuloaga despidiéndose antes de su inminente viaje a Argentina.
Con la mente en Granada
No tenga duda. Si usted quiere saber cómo fue la vida de Falla en Granada, visite 'Tiempo y armonía'. Comprobará que antes de trasladarse a Granada, siempre tuvo su mente por estos lares. Hasta el punto de realizar composiciones como 'La vida breve', 'Noches en los jardines de España' y 'El amor brujo' sin haber conocido físicamente la ciudad y su paisaje. Hay una vitrina donde se narra su acercamiento a Granada desde 1904 hasta 1919, cuando decide instalar aquí su domicilio definitivo. Se puede ver la misiva de su amigo Arango en la que le cuenta sus recuerdos de Granada o la edición de 'Granada, guía emocional' de María Lejárraga, que fue su cicerone en su primera visita en 1915.La segunda fue en 1916 para interpretar sus 'Noches' en los conciertos del Corpus. Se alojó en la pensión Alhambra (o Carmona) y entabló sincera amistad con la familia Barrios. «Tendrán que pasar otros tres años –explica José Vallejo– para que, tras el fallecimiento de sus padres, de cuya memoria mostramos en 'Tiempo y armonía' el pésame de Juan Ramón Jiménez, Manuel de Falla se decantara por Granada, una decisión a la que se opuso desde el primer momento su gran amigo Leopoldo Matos, que fue dos veces ministro, con Alfonso XIII y Dámaso Berenguer, alegando que desde Granada vería cortadas sus alas como artista con proyección internacional».
Entre 1920 y 1922, Manuel de Falla viene a buscar domicilio definitivo. Mientras tanto, su hermana María del Carmen ultima la mudanza desde Madrid. En 1920 Falla firmó su primera obra en Granada, el 'Homenaje a Claude Debussy'. Poco después fue admitido como socio transeúnte en el Centro Artístico y asistirá con asiduidad a tertulias.
Datos básicos
-
Nombre de la exposición. 'Tiempo y armonía. Cien años de Manuel de Falla en Granada'.
-
Lugar. Sala Zaida de la Fundación Caja Rural de Granada (Puerta Real).
-
Fecha Del 13 de noviembre al 14 de diciembre.
-
Horario. Lunes a sábado de 18.00 a 21.00 horas.
Demos un paso más. Entre 1922 y 1926 Falla liderará varias iniciativas culturales siempre en compañía de Lorca, Hermenegildo Lanz, Manuel Ángeles Ortiz... Entre ellas, cabe destacar el Concurso del Cante Jondo y la fiesta de títeres del día de Reyes de 1923, «auténtico laboratorio para 'El retablo de maese Pedro', que se estrenará ese mismo año», afirma Vallejo. Por esas fechas funda la Orquesta Bética de Cámara que será dirigida por Ernesto Halffter y en 1924 fue nombrado académico de la Academia de Bellas Artes de Granada.
Hijo Adoptivo
Una de las vitrinas más interesantes de 'Tiempo y armonía' es la cuarta. ¿Qué vemos ahí? Pues, por ejemplo, referencias a su nombramiento como Hijo Adoptivo de Granada a propuesta del Ateneo. Y dos hojas manuscritas con las notas de una publicación para 'El Defensor' en las que muestra su temor por el porvenir paisajístico con una frase rotunda: «Granada no tiene derecho a suicidarse». En 1927 también fue designado Hijo Adoptivo de Guadix, una comarca que recorre en varias ocasiones. En ese tiempo investiga en la Catedral de Guadix la posible existencia de un clave, un instrumento prácticamente desaparecido y que centró su interés.
Tal y como intuía Falla, los comienzos de la República no fueron tan pacíficos como se aventuraban y en 1932 comienza a producirse la quema de iglesias, «algo que para la convicción religiosa del músico –comenta José Vallejo– era atentar contra la misma esencia de Dios». Su preocupación es tal –la parroquia de San Nicolás había sido pasto de las llamas– que escribe a Fernando de los Ríos protestando por los continuos desórdenes populares. Son años ruidosos e intranquilos que provocan escapadas a Mallorca y Lanjarón en busca de silencio y tranquilidad. En 1935 firmará un manifiesto en defensa de Torres Balbás y su gestión restauradora de la Alhambra.
Tras el comienzo de la Guerra Civil, Manuel de Falla recibe el doble mazazo del asesinato de sus dos grandes amigos por parte de los dos bandos enfrentados,Federico GarcíaLorca y Leopoldo Matos. Falla intercede por cuantas personas puede y se preocupa por obreros y porteros. Entre las personas que consiguió ayudar se encontraba Hermenegildo Lanz, por quien intercedió por escrito ante el gobernador militar en 1936.
En 1938 fue nombrado por el gobierno franquista presidente de la Academia de España, cargo que nunca quiso ocupar y del que desistió por razones morales, aunque él mismo achacará motivos de salud. En el último año de la Guerra acostumbraba a pasar temporadas en la Huerta Grande de la Zubia. El paseo por 'Tiempo y armonía' termina con un facsímil del poema 'Zubia' de Rafael Guillén que relata la imagen de las bombas que iluminaban los campanarios desde el tranquilo pueblo de la Vega. Junto a esta poesía, el pasaporte que le permitió salir de España en octubre de 1939 camino de Argentina, de donde nunca regresaría.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión