«Al flamenco lo único que le pido es libertad»
El cantaor bastetano, que ha protagonizado dos giras con espectáculos flamencos de temática gay, acaba se sacar su segundo sencillo, 'En el aire'
jorge fernández bustos
Martes, 26 de enero 2021, 01:33
David Bastidas parte de un flamenco ortodoxo para volar donde le dicta su instinto. Estos años atrás ha realizado sendas giras internacionales con los espectáculos ' ... Hombre a Hombre', el primer espectáculo flamenco de la historia con temática LGTB+, junto a Niño de Elche y 'Voz y cuerpo', con Víctor Bravo, de igual temática. Por otra parte, ha sido comisario del festival flamenco LGTBI+ de Andalucía 'La bata diversa' producido por la revista Thogayther. El pasado mes de octubre este cantaor bastetano lanzó su primer single 'Hope there's someone'. Desde hace unos días, 'En el aire', su segunda propuesta musical, acompañado de los creativos de Black Dreams Box, bajo la dirección de Felype de Lima, está disponible en todas las plataformas digitales.
–En octubre lanzó su primer single 'Hope There's Someone' con bastante éxito; hace unos días apareció 'En el aire'. ¿Hacia dónde va David Bastidas?
–'Hope' ha significado para mí la mayor satisfacción hasta el momento, no solo porque ha tenido unas críticas maravillosas, sino porque ese single significó muchísimas cosas y sobre todo, el giro hacia el camino donde me encuentro cómodo 100%. 'En el aire' es una declaración de intenciones, y un tema que espero que sea el primero de otros muchos que vendrán después. No tengo muy claro hacia dónde se dirige mi yo artístico, pero lo que tengo claro es que seguiré haciendo lo que me apetezca, siempre y cuando esté satisfecho, cuando deje de estarlo, haré otras cosas. Pocas barreras, muchas satisfacciones. La improvisación es otra forma de hacer planes.
–¿Son las plataformas digitales la nueva red de comunicación, promoción y distribución?
–Rotundamente sí; es más, no creo que sea la nueva red, sino la única. Antes tenías que invertir de otra forma en los formatos físicos y en la distribución y promoción física, y no estaba mal, pero era inaccesible para muchos artistas que no tenían los conocimientos o los recursos. Ahora puedes invertir en cada tema de manera individual, darle tratamiento de single y distribuirlo a través de internet. Sin duda, tampoco da los beneficios económicos que dan vender un CD, pero te permiten expresarte de otra manera, para mí más adecuada al tiempo en el que vivimos.
–¿Qué aportan los creativos de Black Dreams Box y en particular Felype de Lima e Iván Belizón a sus propuestas?
–Siempre el trabajo conjunto consigue cosas que trabajando de forma individual costaría mucho más. Tanto Felype de Lima como Iván Belizón, dan forma junto a mí a todo lo que se pasa por nuestra cabeza. Siempre he sido un animal de manada, y creo que el individualismo artístico es muy romántico, pero menos efectivo. Siempre he estado rodeado de grandes artistas/personas con las que poder crecer y aprender, empezando por mi maestra Pilar Alonso. Black Dreams Box consigue que la visión del arte que tengo, se transforme en una maravillosa oportunidad de crecer en cada proyecto. Felype de Lima es, para mí, el exponente nacional de una nueva visión del arte, que mete en una coctelera un contenido rico en formas, rico en sentido y rico en contenido además de una estética super personal, que hacen de todo ello, un caldo digno de los mejores foros culturales.
–Este tema viene acompañado de un videoclip que lo completa. ¿Qué supone la imagen dentro del proyecto?
–Cuando hablamos de música siempre pensamos en ponernos unos cascos, o unos altavoces, y escuchar, o ponernos algún disco en el coche… con la aparición de las plataformas digitales no solo se escucha, sino que también se ve. Creo que es algo completamente necesario para sumar mensajes fuera aparte de lo que dice la música; creo que es un complemento perfecto que va a ir en aumento. Hacer una cosa sin la otra, lo haría un trabajo incompleto.
–¿Es una seña de identidad la música electrónica que acompaña al tema?
–Como he dicho antes, «En el Aire» es una declaración de intenciones, la música electrónica, últimamente forma más parte de mi día a día que la guitarra, por ejemplo. He estado muchos años trabajando en tablaos, y lo seguiré haciendo, los espectáculos siempre los concebí con música acústica y me apasiona, la guitarra seguirá formando parte de mis proyectos, pero ahora me apetece investigar un poco más con esta opción porque creo que hay mucho que decir por ese camino. Al final, cada generación echa mano de los recursos que tiene a mano con lenguajes que son mucho más cercanos, y creo que la electrónica es una de las opciones con las que convivimos diariamente.
–¿Cómo han influido en tu cante el Niño de Elche y Víctor Bravo?
–Ambos me han dado muchas satisfacciones. 'Hombre a Hombre' fue el primer espectáculo de la historia con temática LGTB+, todo un reto y una liberación. 'Voz y Cuerpo' consiguió consagrar mi lucha en una lucha desde dentro, porque la mayoría de veces que se hizo, fue en el Museo del Baile flamenco, Cristina Hoyos de Sevilla que es uno de los templos de este arte. Trabajar con Víctor Bravo ha sido y es un sueño cumplido, y desde el primer momento que nos encontramos, supimos que teníamos que hacer algo juntos, y por supuesto, siempre de una forma sincera y adaptada a nuestra vida como homosexuales. Hablar de Niño de Elche y de Víctor Bravo, es hablar de respeto, es hablar de amor, y es hablar de admiración.
–¿Hasta qué punto es necesario dar voz al colectivo LGTBI+ en un mundo tradicionalmente tan cerrado como el flamenco?
–Para mí es muy necesario. A lo largo de la historia, muchos artistas flamencos han dicho abiertamente su homosexualidad, no estoy descubriendo nada, incluso, algunos de los máximos exponentes del flamenco de hoy en día como Rocío Molina, Miguel Poveda o Mayte Martín, entre otros, no ocultan lo que son, pero, también he tenido momentos de hablar con compañeros que no se atrevían a decirlo, por miedo al rechazo, algunos incluso figuras del cante que murieron dentro del armario. Sé que a ellos no voy a poder ayudarlos mucho, pero ¿y a las nuevas generaciones? Estoy convencido que normalizar y dar visibilidad desde dentro del flamenco les abrirá camino y no tendrán que pasar por lo que muchos hemos pasado. El flamenco en general y los ambientes de los tablaos en particular son especialmente conservadores, son territorios especialmente difíciles para ser libre y creo que solo desde la visibilidad se podrán eliminar las cosas que no tienen que ver con el arte, como el machismo o la 'lgtbfóbia'. Estoy convencido de que la lucha no cae en saco roto y por supuesto, lo tendré como prioridad absoluta en mis proyectos.
–¿Qué le pide al flamenco?
–Al flamenco lo único que le pido es libertad, en realidad, no se lo pido al flamenco sino a los flamencos. El flamenco es de donde vengo y andará conmigo el camino por que es imposible dejar de ser quién eres por muchas cosas diferentes que hagas. El flamenco para mí es el camino y el vehículo, pero no tengo tan claro que sea la meta, tal y como se concibe el flamenco desde un punto de vista conservador. Al flamenco no se le debería de pedir mucho, pero sí que se le debería de aportar de manera infinita, sólo así, se conseguirá conservarlo. Como dijo Morente, «me interesa el flamenco si está con la cultura y la sabiduría, si está con la ignorancia, la estupidez y la bufonería, no».
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