El baile regional de Granada se abre al mundo

«Para mi lo mejor de estar en el grupo es ver el sentimiento que le ponemos cada uno de los componentes, todos aportamos un grano de arena» se sincera Andrea Martínez, que empezó a bailar en la escuela con seis años, al igual que su compañera Pilar Sánchez, que empezó a los cinco y explica «lo que más me gusta de todo es el ambiente, somos como una familia y tenemos muy buena conexión».

El grupo ensaya para el 'XXI Festival de cante, baile y expresiones populares' de Cerdeña que se celebra del 8 al 19 de agosto. Nerviosa y atenta, Claudia Donaire, con catorce años, es una de las nuevas incorporaciones al grupo de baile e irá por primera vez al festival este año. «Ir a Cerdeña es una gran experiencia ya que yo llevo con ellos toda mi vida; desde que empecé en la escuela con cinco años», explica con una sonrisa en la cara. Estambul, las Islas Azores o París han sido algunos de los destinos veraniegos que el grupo ha podido visitar en representación de Granada. «Los festivales nos aportan muchas experiencias súper bonitas porque en el mundo del folclore la gente es muy generosa; en el extranjero somos casi embajadores de la ciudad y siempre nos reciben con brazos abiertos ofreciéndonos todo lo que tienen», explica la directora del grupo, Consuelo Toledo o 'Chelo' como la llaman el resto de bailarines y músicos.

El ensayo comienza con unas sevillanas para entrar en calor. Los músicos empiezan a tocar y ya asoman las primeras sonrisas al mirar a la cara de la pareja. En conjunto, sin importar la diferencia de edad y apenas sin descansar se arrancan por el pasodoble de Churumbelerías, los fandangos populares de Huelva y los alegres tanguillos de Cádiz. Hasta llegar a la Zambra del Sacromonte, coreografía que bailan los novios en las bodas gitanas y en la que la novia, con la respiración en un puño, se lanza al suelo arrodillándose y bailando. A la Zambra le sigue la Petenera y, para finalizar, las bailaoras lucen los abanicos en la Guajira.

El grupo de municipal del Ayuntamiento de baile regionales de Granada cumple casi cuarenta años. Fundado en 1880 tuvo la primera actuación en el día de San Cecilio en 1981. Consuelo Toledo señala la importancia de este en la sociedad y cultura granadina: «Nosotros hacemos una labor cultural muy importante, los bailes tradicionales se transmiten de manera oral y si no fuera porque hay gente que los mantienen se hubieran perdido; lo mismo ocurre con el vestuario, estamos haciendo un estudio de trajes antiguos e intentando rescatar los que usaban en el interior de la provincia», explica la directora.

El grupo está compuesto por el cuerpo de baile, en el que hay alrededor de treinta bailaores y bailaoras y la rondalla. «En nuestro repertorio tenemos bailes de escuela bolera del siglo XVIII que pertenecen a Granada capital, bailes estilizados de la danza clásica española como los pasodobles, bailes flamencos del Sacromonte y los 'bailes catetos' de la zona norte de la provincia o de la costa; y todos ellos pertenecen al folclore granadino», explica la directora.

«Además tenemos coreografías montadas sobre las letras de cuatro canciones populares de Lorca 'Anda Jaleo', 'Café de Chinitas' y 'Los cuatro muleros'».

La rondalla es el grupo musical y está formado por tres guitarras, tres bandurrias, un cajón flamenco y tres cantantes. Manuel Castillo es el director y en él reside uno de los valores principales del grupo: la familia. «Casi que he nacido aquí, mi madre es la directora y ensayaba cuando todavía estaba en la barriga; por tanto, es todo un orgullo ser el director», explica el guitarrista amante del flamenco, que admite emocionarse cuando ve a su familia en el escenario: «lo más especial para mí es tocar para mis padres cuando bailan la Zambra gitana».

Otra de las funciones del grupo municipal de bailes regionales es la enseñanza de la danza y la música folclórica en la Escuela municipal de Folclore, que es la cantera para el grupo de baile y la rondalla.

Coincidiendo con el trigésimo aniversario, en octubre de 2010 el grupo recibió el Diploma al Mérito por la Ciudad de Granada. «En Andalucía la verdad es que hay muy pocos grupos de folclore, en la provincia de Granada hay cuatro; pero hay algunas en las que es casi imposible encontrar grupos de bailes tradicionales», explica la directora. Y aunque ya no tienen la misma función, el folclore sigue presente en nuestra sociedad. «Igual que hay una evolución a nivel personal y social el baile está insertado en una sociedad, entonces evoluciona y se estiliza ya que las danzas no tienen la misma utilidad; lo que antes se bailaba en una romería ahora se hace en un escenario teniendo en cuenta la geometría y armonía del grupo», afirma la directora.

«En Granada el público nos recibe genial, cuando terminamos la gente nos felicita y nos dicen que han cantado todas las canciones con nosotros», relata orgullosa Consuelo Toledo.

«Ahora muchos coreógrafos actuales hacen pinceladas del folclore en sus obras; por ejemplo el homenaje a Antonio el Bailarín del Ballet Nacional donde se representó una parte de 'El sombrero de tres picos'», explica la docente, feliz porque el folclore no se está perdiendo para siempre.