El V Festival Jazz en el Desierto de Galera combinará música, paisaje y patrimonio cultural

Caracuel ha destacado que «Jazz en el Desierto es mucho más que un festival de música. Se trata de una experiencia cultural que impulsa la vida del municipio y pone en valor el patrimonio natural y arqueológico de la comarca. Este evento demuestra cómo la Cultura puede ser una herramienta clave para el desarrollo rural, la cohesión social y el fomento del turismo».

Además, la diputada ha remarcado que «el festival no solo refuerza el tejido cultural de la provincia, sino que también promueve la sensibilización ambiental, uniendo a artistas y público en una experiencia única».

Por su parte, el alcalde de Galera, José Manuel Guillén, ha señalado que «es un festival que se hace en un pueblo de 1.100 habitantes, y en el que no solamente buscamos que haya música de mucha calidad, sino que aportamos toda una serie de ingredientes que le hacen único. Mezclamos paisaje, gastronomía y patrimonio, e intentamos aunar todas esas fortalezas para ponerlas detrás de la música y arropar nuestra oferta».

Programa

La programación del Festival Jazz en el Desierto arranca el viernes 11 de julio, a las 21:00 horas, en el Mirador del Cerro de los Capones con las actuaciones de Valentín Murillo Group y Julián Sánchez, seguida, a las 23:00 horas, por un pasacalles de la Ool Ya Koo brass band que recorrerá las terrazas de la localidad.

El sábado 12, a las 13:00 horas, el público podrá disfrutar de Ósmosis 4eto en la piscina municipal, mientras que por la noche, a las 22:00 horas, el Jimmy Weinstein Tenor 4tet ofrecerá un concierto en los Badlands de Galera, en pleno Desierto del Geoparque de Granada. La programación culmina el domingo día 13, a las 13:00 horas, con la actuación de la Ool Ya Koo big band en la piscina municipal, cerrando así tres jornadas intensas de jazz en un entorno único.

Galera, un municipio con un rico legado histórico y prehistórico, forma parte del Geoparque de Granada y es escenario perfecto para un festival que busca fusionar la música con el entorno natural y cultural. Los conciertos se desarrollan en espacios singulares donde el silencio y la aridez del desierto se mezclan con la calidez de los sonidos del jazz, creando una atmósfera inigualable.