Ver fotos
Un 'Réquiem' esperanzado abre hoy el Festival
El primer gran concierto de la post-pandemia reunirá en la Catedral a la OCG con sus coros, y a cuatro solistas de prestigio, bajo la batuta de Andrea Marcon
José Antonio Muñoz
Granada
Jueves, 25 de junio 2020, 00:28
La catedral de Granada va a ser esta noche el marco donde se iniciará una nueva época para la cultura en Granada. Una época ... llena de inseguridad, de incertidumbre, pero también de esperanza. La esperanza que supone la apertura de la 69 edición del Festival Internacional de Música y Danza en un marco que no es el acostumbrado, con una pieza muy significativa y en unas circunstancias más que complejas. En la mañana de ayer, el Auditorio Falla, lugar donde han tenido lugar los ensayos de la Orquesta Ciudad de Granada y el Coro y el Joven Coro de la formación musical granadina, fue el escenario de la presentación de un concierto que, tal y como dijo el director del Festival, Antonio Moral, «va a ser muy particular. Un gran homenaje a quienes se han ido por culpa de la Covid-19, y también a sus familias, y una palabra de ánimo para quienes van a salir mal parados por la situación económica que va a traer consigo». Esa es, pues, otra de las particularidades de este concierto: la posibilidad de convertirse en una oportunidad para que Granada, Andalucía y el mundo –que lo va a poder ver en televisión o Internet y oír por la radio–, muestren su solidaridad a todas esas personas que, como recordó Moral, «viven en la precariedad por no estar integrados en el sistema», y puedan verse beneficiados por la recaudación.
Es cierto que las entradas se agotaron en 50 minutos. Es cierto también que el aforo era muy limitado, apenas 600 privilegiados van a tener la oportunidad de oír el concierto esta noche in situ. El director del Festival pidió perdón «a los aficionados que han hecho pública su queja por no haber podido sumarse al evento de forma presencial». Sin embargo, recordó que existe una Fila 0 para quienes lo disfruten en televisión, abierta a una aportaciión que, como dijo también el barítono Carlos Álvarez, uno de los solistas, «es muy necesaria. Tenemos que acostumbrar al público a que, sea para una causa benéfica o para el propio sostenimiento de quienes realizan los conciertos, la cultura tiene un precio».
Retos
El director del Festival también aludió a las dificultades intrínsecas del evento, sobre todo a las técnicas. Fue en la tarde de ayer cuando, ya en la Catedral, estas se fueron solucionando de la mejor forma posible. Hay que tener en cuenta que la Orquesta no estará al completo –menos de 40 de sus componentes podrán tocar esta noche– y que del total de coralistas disponibles –unos 67– no había seguridad, al cierre de esta edición, de que todos pudieran entrar en el espacio, aunque se iban a poner todos los medios para que fuera posible. Eso sí, de un extremo al otro del coro habrá una distancia que duplica la habitual, las normas de seguridad e higiene obligan a usar mascarilla –lo que dificultará, sin duda, la comprensión del texto, sobre todo de las consonantes–, y los coralistas, en lugar de estar frente al público, como sería lo óptimo, se repartirán por la girola de la Catedral.
«Este año tenemos mala pata, pero la superaremos», dijo Moral sonriendo ante Andrea Marcon, quien sigue ejerciendo como director artístico de la OCG y que lo seguirá haciendo hasta el 30 de noviembre, cuando termina su contrato, y Gunther Vogl, gerente de la formación, inoportunamente lesionado en la pierna derecha, y que durante la presentación de ayer portaba una aparatosa escayola. Marcon ha tenido también este mismo año varios problemas de índole personal, ya que se rompió los ligamentos de la pierna derecha, lo que le dejó inmovilizado antes incluso de la pandemia, y ha sufrido la pérdida de su madre. A pesar de estas penosas circunstancias, el trevisano está en Granada, y destacó «la buena disposición de la Orquesta y su entusiasmo» durante los ensayos, y su capacidad para trabajar. Del mismo, recordó, haciendo balance de sus ocho años al frente de la Dirección Artística de la orquesta, la gran vinculación que tiene por Granada, su condición de debutante en la dirección del 'Réquiem' –va a haber varios primerizos esta noche– y su deseo de estar a disposición de la Orquesta en el futuro, algo que, como es de todos conocido, también es voluntad de la propia OCG.
Varios de los intervinientes se enfrentarán por primera vez a la obra fúnebre mozartiana
El principal patrocinador del concierto es la Obra Social de La Caixa, que contó en el día de ayer con dos representantes en la rueda de prensa. Tanto María del Mar Porcel, directora de negocio de Granada capital, como Rosa Márquez Sánchez, directora de Instituciones de Andalucía Oriental y Murcia, pusieron de manifiesto la necesidad explicitada por la entidad crediticia de estar presente en unos momentos tan complicados, y calificaron como «un honor» el poder formar parte de este evento solidario. «No había mejor momento que este», afirmó María del Mar Porcel. En los mismos términos se expresó María Luisa Maeso, directora de Caritas Granada, quien acudió a la presentación en sustitución de Monseñor Martínez, arzobispo de Granada. «Fue una sorpresa que nos hicieran partícipes de esta iniciativa, y una suerte, porque la situación es muy grave». Maeso puso guarismos al deterioro económico que están sufriendo muchas familias: «En dos meses hemos recibido las mismas peticiones de ayuda que en todo el año pasado». Agradeció la calidad del programa y aseguró que espera el compromiso de la sociedad para ayudar a quienes más lo necesitan.
Los solistas
Los cuatro solistas mostraron su emoción por participar en el concierto. El barítono Carlos Álvarez, hijo y nieto de granadinos, hace un doble debut: en el Festival y en el 'Réquiem', que nunca ha cantado. Por su parte, el joven tenor Xabier Anduaga –25 años–, «un nombre que no deben borrar de su memoria», según Antonio Moral, afirmó que «ojalá, con nuestro trabajo, seamos capaces de que el público olvide durante hora y media sus problemas y disfrute de la música». Otro tanto pidió Carlos Mena, el contratenor a quien este año pudieron disfrutar los aficionados en la dirección y en su condición de cantante en el 'Orfeo' de Gluck con la OCG, y que tendrá un papel muy importante en este Festival con la Academia Barroca. Finalmente, la soprano Katharina Konradi –quien cantará, precisamente, 'Un Réquiem alemán' de Brahms en París en febrero de 2021 con Hengelbrock, otro de los invitados del Festival–, se mostró encantada con la ciudad y sus gentes, y feliz de trabajar en un concierto que hará historia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión