La 'Octava' de Mahler con la ONE y el Orfeón Donostiarra cerrará el Festival de Música y Danza

Y lo tiene porque sobre el escenario del Palacio de Carlos V en la noche del 12 de julio se van a unir cuatro grandes razones para disfrutar de un concierto grandioso. La primera, la partitura: nada menos que la 'Octava' de Mahler, la más monumental de las obras del genio austríaco, también llamada 'Sinfonía de los Mil', por la ingente cantidad de coralistas y músicos que exige su interpretación, y que fue la última obra que el compositor estrenó en vida, en un concierto celebrado en Múnich en 1910, el cual dirigió personalmente. Será este un recital cargado de significación, dado que dicha sinfonía se estrenó en España precisamente durante el Festival en el año 1970, con los orfeones Donostiarra y Pamplonés, los Niños Cantores de la Catedral de Guadix y dos escolanías de Pamplona y San Sebastián. Fue el histórico Rafael Frühbeck de Burgos el alma de aquel estreno de hace 50 años, un esfuerzo que «le dejó exhausto», según las crónicas. Medio siglo después, la historia se repite, pues, con algunos de los protagonistas, ahora lo detallaremos, dándose de nuevo cita sobre el escenario del Carlos V. La partitura exige una cantidad ingente de músicos –varios percusionistas entre ellos- y dos coros, un coro de niños y ocho solistas vocales. Para lo que estamos acostumbrados a ver en Granada, una barbaridad.

Así, el punto de partida sobre los atriles no es malo. Pero tras ellos, tampoco. En el puesto del coro se colocará uno de los presentes en aquella cita, el Orfeón Donostiarra, para muchos el coro por excelencia de nuestro país, con 123 años de historia a sus espaldas, y toda una garantía para la interpretación de esta obra. El conjunto que dirige José Antonio Sáinz Alfaro está interpretando este año varias de las sinfonías de Mahler en la programación de abono de la Orquesta Sinfónica de Euskadi –siete millones de euros de ayuda pública, tomen nota-, por lo que el concierto de Granada supone una lógica continuidad con respecto a la tarea que están desempeñando esta temporada.

La parte orquestal también estará cubierta con sobradas garantías, ya que en ella se situará otra de los protagonistas de aquella noche histórica, la Orquesta Nacional de España, formación cuyo director titular y artístico es en la actualidad el friburgués David Afkham. La ONE es una de las orquestas que más veces han venido al Festival, y forma parte intrínseca de su historia. En cuanto a su solvencia a la hora de interpretar a Mahler, ya dio aquella de hace medio siglo sobradas muestras, y sin duda, volverá a hacerlo.

Muy simbólica también es la presencia en el podio. Será el catalán de Puig-Reig, Josep Pons, el encargado de hacer frente al magno esfuerzo de la 'Octava'. Pons es sobradamente conocido en Granada –los seguidores de la Orquesta Ciudad de Granada le 'rezan' con frecuencia-, y este mismo año va a estar presente en el ciclo de conciertos de la formación granadina en un recital titulado muy gráficamente 'La batuta honorífica', dada la distinción que la Orquesta le otorgó, como la ONE, de Director Honorífico, a perpetuidad. Sobre su relación con la 'Octava' es preciso recordar que la dirigió en 2012 con la Orquesta y el Coro Nacionales de España, entre otros, y por tanto, su idoneidad está fuera de toda duda. Pons vuelve al Festival después de dirigir el concierto de Miguel Ríos con la OCG hace tres años, donde obtuvo un notable éxito. El director ha manifestado en repetidas ocasiones que siempre está encantado de volver a Granada y este año lo va a hacer por dos veces.

Otro de los conciertos claves del ciclo músico-dancístico granadino este año va a ser la 'Novena' participativa, precisamente, con la Orquesta Ciudad de Granada y su Coro, amén de otras agrupaciones. Un concierto que los mentideros clásicos colocaron al principio como propuesta para la clausura de este Festival, pero que mañana se anunciará que pasa a los días 9 y 10 de julio –los últimos jueves y viernes del ciclo-, con una importante novedad. Porque en este concierto ha venido uno de los 'retoques' que el nuevo director Antonio Moral ha hecho a la programación del 69 Festival: el del podio. Para dirigirlo ha contratado al granadino Miguel Ángel Gómez-Martínez, algo que difícilmente habría sido contemplado por su antecesor. Es un movimiento muy inteligente, por varios motivos: primero, porque supone un acto de reconocimiento hacia quien, como ya adelantó IDEAL en su momento, era el candidato del Ayuntamiento para dirigir el Festival, y segundo, porque colocando a Gómez-Martínez en el podio se asegura el éxito, ya que el director de orquesta granadino es, sin duda, el mayor experto y más fiel intérprete a escala mundial de las partituras del genio sordo, y ha perdido ya la cuenta de las veces que ha dirigido la magna obra beethoveniana, una de ellas, por cierto, con la Orquesta y Coro de RTVE en el concierto por el 40 aniversario de la Constitución. Una cita que los aficionados no deben perderse, mucho más teniendo en cuenta que habrá posibilidad de verla por partida doble.

En cuanto a la presencia del pianista ruso Grigory Sokolov, en su día anunciada por IDEAL, este mantiene en su agenda pública la fecha del 25 de junio, día de la inauguración, para su concierto en Granada, aunque otras fuentes hablan de una posible sustitución de este concierto, el cual debería desarrollarse en el Auditorio Falla porque Sokolov se niega a actuar al aire libre, por un ciclo en el que participarían varios pianistas españoles. Todas las respuestas, en la presentación de mañana.