Farru gana el cielo flamenco con sus alegrías
El artista sevillano ofrece una obra intimista en la que se reencuentra consigo mismo a lo largo de ocho momentos
Jorge Fernández Bustos
Jueves, 9 de septiembre 2021, 00:12
Según confiesa Antonio Fernández Montoya 'Farru' todo empezó por un sueño: el de seguir los consejos de Paco de Lucía, con el que estuvo cinco ... años, desde 2010 a 2015, recorriendo los mejores teatros del mundo.
Paco le refirió: «Te he tenido toda la noche en mis sueños. Te he visto bailar, cantar y tocar la guitarra, eso es lo que tienes que hacer». Así que, siguiendo los consejos del maestro, el mediano de la saga de los Farrucos, no se limitó a bailar de esa manera pulcra, estilizada y varonil que caracteriza a su estirpe, sino que decidió sacar punta a su faceta de compositor y a la de cantaor y a la de guitarrista.
De esta manera surgió el espectáculo, llamado precisamente 'Por un sueño', que pudimos presenciar ayer en el Auditorio Manuel de Falla, cubriendo la segunda noche del festival de flamenco Milnoff. Una obra intimista en la que el bailaor sevillano se reencuentra consigo mismo durante los ocho momentos que jalonaron la velada.
Ya en sus espectáculos como solista 'Farruco' de 2006, y sobre todo 'Al Natural' de 2007, aún antes de su encuentro con el genio de Algeciras, Farru toma las riendas de su destino y firma tanto la música, como la letra y la coreografía. En 'Por un sueño' da una nueva vuelta de tuerca a su quehacer y su grado de autoexigencia le lleva a proponer de primeras un recitado, una declaración de intenciones, en el que afirma: «Yo he vivido porque he soñado».
Lleno de requiebros
José Gálvez, con un generoso toque de guitarra, abre la noche; toque que se define en soleá e ilustran al cante la potencia de José 'el Pechuguita' y la sensibilidad de David 'el Galli'. Farru atiende la música y sabe ser firme, lleno de requiebros y un juego de pies admirable, pero también sabe ser sinuoso y acabar con un seguro ritmo de seguiriyas (remate que tomará en las siguientes piezas). En un momento histriónico se acerca a una guitarra plantada en las tablas. Le llama pero no se atreve. Al final la ase y la tañe como inspirado por el maestro.
Una rueda de naturales caracoleros por parte de los cantaores, que acaban con el famoso 'Carcelero, carcelero', desemboca en un solo de percusión de El Lolo, exacto en su latido, que a su vez principia las rotundas alegrías que destacan sobre todo por su originalidad y simpatía, rayana en la humorada. Farru, completamente de blanco, camisa con chorreras y pañuelo de fantasía, baila bastantes minutos de silencio a compás y después el punteo de la sonanta, con la comicidad propia de quien está muy seguro de sí y domina el espacio como pocos. Una taranta de Gálvez nos acerca a un final que aúna la guitarra del bailaor, que se pasea por tangos y desemboca en una suerte de bolero, para rematar la noche con un tema, cantado por el mismo bailaor, dedicado a Paco de Lucía.
El fin de fiestas, después de varios minutos de aplausos y jaleos (como solamente en el flamenco se pueden dar), viene en forma de bulerías en las que bailó con gracia y soltura el percusionista y después Farru, que rubrica la noche con unas palabras de agradecimiento a la organización y a la ciudad de Granada, sobre todo después de los acontecimientos que estamos pasando.
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