'Espacio disponible', de Eduardo Nave, un retrato de las ruinas de la modernidad publicitaria en el Centro Guerrero

La diputada de Cultura y Educación, Pilar Caracuel, ha señalado que «la exposición nos invita a mirar con atención cómo la publicidad analógica, que durante décadas llenó nuestras ciudades, está desapareciendo para dar paso a nuevas formas digitales de comunicación. Esta muestra es una reflexión necesaria sobre la evolución de nuestros espacios urbanos y sobre cómo el arte puede capturar y cuestionar estos cambios que afectan nuestra vida cotidiana».

Además, Caracuel ha añadido que «apoyar proyectos como el de Eduardo Nave es fundamental para fomentar la creación artística contemporánea que, desde una perspectiva crítica y sensible, nos ayuda a entender mejor el mundo en transformación en el que vivimos. Desde la Diputación continuamos comprometidos con la cultura como motor de diálogo y desarrollo, y esta exposición es un claro ejemplo de esa apuesta por la innovación y el pensamiento crítico».

Eduardo Nave retrata las ruinas publicitarias de la era analógica y la obsolescencia del anuncio tradicional y estático en una muestra que se componen de 79 fotografías del abandono de las vallas publicitarias, planteando una reflexión en torno a la publicidad que ahora circula a través de los dispositivos electrónicos y la virtualidad de la Red. Esta propuesta se completa con otras obras realizadas en papel usando los restos originales de los anuncios publicitarios y un audiovisual de creación realizado por el propio Nave y David Linuesa. En el mismo se exhiben «las ruinas de la modernidad publicitaria», tal y como analiza el filósofo Gilles Lipovetsky en un texto inédito escrito expresamente para esta exposición. Lipovetsky es uno de los pensadores contemporáneos más influyentes en el análisis de la sociedad del consumo y los nuevos comportamientos mediáticos. El CAF también ha participado en la producción del catálogo de la muestra.

«Esta exposición es un ejemplo del nuevo y excitante documentalismo que funde a la fotografía con expresiones conceptuales del arte contemporáneo. Esta nueva coproducción de la AAIICC, propone al espectador una experiencia física y sensorial a partir de los detritus de la publicidad, y proclama su firme voluntad de apoyo a la nueva creación y a autores que, como Eduardo Nave, lideran la presencia de la fotografía española de creación en la escena internacional», comenta Juan María Rodríguez, director del CAF.

«La muerte de las vallas publicitarias clásicas es una metáfora de la muerte de ese tiempo esplendoroso del consumismo, del presentismo hedonista que ignora cualquier ética del porvenir, ajeno a las consecuencias a largo plazo catastróficas de los estímulos publicitarios masivos, de la repetida instigación al carpe diem más materialista, a los placeres inmediatos y desenfrenados de los bienes de mercado», escribe Lipovetsky. «Lo que subyace en 'Espacio Disponible' es una estética y una poética de la desaparición», añade el filósofo. Y ese es el título completo de la muestra: 'Espacio disponible. Una poética de la desaparición'. «La idea ha sido documentar esos esqueletos de un pasado glorioso y despedir una forma de comunicación. Crear un registro de esa 'basuraleza' que se desintegra año tras año contaminando el entorno y el paisaje visual», señala, por su parte, Eduardo Nave.

La muestra observa cómo la publicidad estática, de carácter antiguamente físico y material, está derivando en soportes digitales, líquidos e intangibles. Este cambio de paradigma está dejando las topografías urbanas, o próximas a carreteras y periferias, pobladas de grandes armazones metálicos abandonados que antes lucían esplendorosos anuncios y ahora exhiben enormes huecos vacíos y estructuras viejas y oxidadas que «parecen esperar un anuncio que ya no les llegará y que, como restos desintegrados de una civilización extinguida, visualmente pueden ser vistas como la metáfora de una era de la sociedad de consumo que ha concluido». Al documentar este cambio, el proyecto invita a visibilizar cómo el discurso capitalista ligado a la publicidad no duda en devorarse a sí mismo y plantea la cuestión «¿qué espacio dejamos para la memoria en un mundo diseñado para olvidar?»