«Todo es energía, y nosotros la llevamos de serie»
Con su quinto trabajo recién publicado, 'Rompiendo Esquemas', el cuarteto granadino actúa esta tarde (15:30 h.) en el Teatro de La Chana
juan jesús garcía
Sábado, 17 de abril 2021, 00:56
El cuarteto Sölar acaba de echar a andar su quinto disco. Y lo tocarán el 17 de abril (15,30h) en el Teatro José Tamayo ... de la Chana. 'Rompiendo Esquemas' está recibiendo excelentes críticas en los medios especializados. Sölar está formado en la actualidad por Pepe Travé, fundador, guitarra y voz, y Víctor Alonso en la guitarra solista, Alessandro Manca tras la batería y Javier Condito con el bajo. Wi Bouz los escoltan en esta actuación.
–«Música dura para tiempos duros». Lo dijo un ministro de cultura.
–La música es, al final, un medio para transmitir experiencias. 'Rompiendo Esquemas' se ha gestado en su mayor parte durante este último año afectado por la pandemia. Esto ha propiciado un ambiente sonoro en el que caben la esperanza, el pesimismo, la autocrítica, el existencialismo, el desamor, el reencuentro… todo con la base musical que nos caracteriza y que hace reconocibles nuestros temas. ¿Música dura? Rítmica pesada, bajo contundente, amplio muro de guitarras, armonía poco convencional y voz de timbre electrificado… Sí, es nuestra seña de identidad
–De todas formas el rock no parece vivir su mejor momento. ¡Llevan las uñas demasiado cortas!
–Es cierto que el rock es un género complicado en España hablando de consumo, pero hay que decir en su defensa que tiene los seguidores más fieles de todos los géneros. También, y por la parte que nos toca, hay que decir que si podemos presumir de algo es de no encasillarnos en un estilo en particular, sino que tenemos elementos de todo aquel que nos transmite algún tipo de emoción al escucharlo. Así pues, las intros de los shows las abrimos con fragmentos de música clásica, y en cualquiera de nuestros temas se pueden apreciar influencias del indie, rock, metal, música electrónica, folk… Se trata de transmitir emociones, sentimientos.
–¿A la quinta va la vencida?
–No existe un número mágico en esto, pero en nuestro caso y según está el patio, va a costar un poco más defender un quinto trabajo con las condiciones actuales del panorama musical. Sí es cierto que, de cara a medios, no es lo mismo un segundo trabajo que un quinto. De todas formas y por ahora, estamos muy contentos por todo lo que está pasando en relación con este lanzamiento. Todo es muy positivo y las sensaciones muy buenas.
–¿El productor Carlos Hernández es una garantía de conseguir los objetivos?
–Carlos es una referencia a nivel nacional. Poco hay que decir de él que ya no se haya dicho. En nuestro caso, hubo una conexión instantánea con él. No hace falta ni hablar para llegar al resultado que queríamos. Todo fue muy fácil desde el principio. En la primera conversación nos preguntó por sonidos y bandas que estuvieran presentes en nuestras influencias a la hora de componer y cuando llegamos al estudio todo sonaba tal y como estaba en nuestra cabeza. Pura contundencia y brutalidad con una sutileza que hasta ahora no habíamos logrado conseguir. Todo estaba en su sitio, definido, dentro de un conjunto demoledor y armonizado a la perfección.
–Recuerdo a un grupo que decía que eran «demasiado rockeros para el pop y demasiado pop para el metal» ¿Le suena?
–Si hay algo que nos ha definido siempre en nuestra música es no encasillarnos. Sí es cierto que este último trabajo es más 'escuchable' por parte de un público más amplio, sin renunciar en ningún momento a nuestros orígenes ni a las influencias que nos marcan el camino. De este modo nuestra música te puede ser familiar, pero sin recordarte a nada en particular. Jugamos con el contraste, trabajando la rítmica, la armonía y por supuesto las letras de nuestros temas. Hace poco en otro medio han dicho que nuestra música es casi inclasificable por tener elementos de muchos géneros, pero usados de tal forma que no se puede catalogar en uno en concreto. Es justo el efecto que queríamos tener. Crear un estilo propio que se reconozca.
–O sea que se quedan en tierra de… ¿De Hamlet o Söber, dos marcas con estilo propio…
–Pues esa es la clave. Hace ya algunos años, hablando con Mike Bohn, dueño de la discográfica americana From the Depths Entertainment, nos dijo que este mundo es una carrera de fondo en el que una banda puede llegar a algo cuando su trabajo es original, diferente a todo lo que suena, tiene calidad y se es constante en el tiempo. Hablaba de las modas y de cómo las bandas nacen y mueren con estas, que sólo las bandas genuinas y que se mantengan en el tiempo llegarán a crear su sonido y su señal de identidad que la gente reconocerá con el tiempo. El camino es más difícil, pero a la larga será el correcto.
–Cuando se habla de «muro de sonido», oyendo a Sölar da la sensación de que lo hacen a la ligera… ¡lo suyo es hormigón armado!
–Esa es la idea desde el principio. Todo está estudiado rítmica, melódica y armónicamente para dar esa sensación. Hay elementos de composición que no son corrientes en este tipo de música y que dan un compactado increíble a la vez que nos permite jugar con las sensaciones y experiencias de quien escucha nuestros temas. ¡Un detalle curioso! Cuando en algún ensayo falta alguien (que tiene que ver con la parte armónica) todo suena mal. Falta un elemento que cierra el círculo y que da la estabilidad necesaria al tema, que da su equilibrio. Cada elemento es fundamental y de ahí la importancia de que cada miembro de la banda sea consciente de su papel. Cada tema es una partitura cerrada sin que se pueda permitir nada al azar.
–Aunque por momentos levantan el pie y se manejan en tiempos medios…
–Jugamos con los contrastes en todo momento. Dentro de cada tema o bien a la hora de diseñar el efecto que queremos ofrecer al escuchar el disco al completo. Jugamos con las emociones, con los sentimientos, con la energía para mantener la atención del oyente. Si todo es fuerte o todo es lento, a la segunda canción pasas.
–¡Eso sí con la llave de la intensidad en el rojo!
–Desde el origen de la banda se ha intentado remover los instintos, los sentimientos más viscerales, sacar la energía más profunda de cada persona que nos escuche. Es cuestión de principios: todo es energía y en nuestro caso la llevamos de serie.
–Lo tocan en un teatro… ¡Igual alguna butaca cruje! ¿Volverán las salas?
–(carcajada) ¡Nuestra intención es echar abajo el teatro! Ya en serio. Creemos que será un espacio que, aunque la experiencia personal de cara a la interacción entre público y banda no será la misma, ganará en experiencia interactiva ya que este tipo de sitios tienen unas características técnicas que sólo las grandes salas ofrecen. Tenemos preparado un espectáculo del que se hablará durante tiempo.
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