Muchas emociones en la vuelta del festival de Granadown
Ocho orejas y mucha entrega tanto en los maestros consagrados como en Joselete y Marco Pérez
María DOlores Martínez
Lunes, 4 de abril 2022, 00:07
Había muchas ganas de volver a ver el festival a beneficio de Granadown, tras dos años privados de esta cita tan entrañable y querida por ... todos. Echábamos de menos ese encuentro con la ilusión y la alegría de los niños, padres, profesores y responsables de la asociación, tan desbordantes como todo el trabajo que realizan para dar a los alumnos el mejor de los futuros. Y eso se notó desde que los menores irrumpieron en el ruedo, como estrellas que son de este festejo.
Otras ausencias –la del torero granadino y asesor de la presidencia Paco Cagancho y la del ex cirujano-jefe del coso capitalino, José Sánchez Ortiz– volvieron a ser presencias, en forma de emocionado recuerdo en la Monumental de Frascuelo.
Fue sólo el principio de una tarde, de sentimientos a flor de piel, que afloraron de la mano de maestros ya consagrados: 'Morante', 'El Juli', David Fandila 'El Fandi' y José María Manzanares, pero que resultaron especialmente intensos cuando salieron a escena los espadas más jóvenes del cartel, el novillero granadino José Antonio Pardo 'Joselete' y el becerrista salmantino Marco Pérez, que ayer hizo su presentación en España rodeado de una expectación que se pudo atisbar hasta en los profesionales que ocupaban el callejón.
Ocho derrotas
Lo de menos fueron las ocho merecidas orejas que se concedieron, y lo mejor la respuesta de los aficionados, que ayer llenaron en sus dos terceras partes el coso capitalino. A resaltar igualmente la entrega de todos los actuantes y la calidad de los novillos de Hermanos García Jiménez y del añojo de Olga Jiménez.
El festival era para 'Joselete' y Marco Pérez toda una prueba de fuego. El novillero granadino dio claras muestras de la gran mejora que ha experimentado su toreo en una actuación, premiada con dos orejas ante el mejor novillo del festival. En el caso de Marco Pérez, se reivindicó como un matador en miniatura que demostró llevar el toreo en la sangre, en el sentimiento y en la cabeza. Se hizo querer y levantó a los aficionados de sus asientos por la manera innata, e impropia para su edad, de colocarse, manejar los engaños y resolver en la misma cara. Le falta solo entrenar más con la espada y ese fallo dejó su recompensa en solo una oreja.
La labor de 'Morante' no pudo coger vuelo debido al poco motor de su novillo, cuya nobleza le permitió gustarse con el capote y en naturales despaciosos. Saludó una ovación. 'El Juli' paseó las dos primeras orejas por una actuación en la que destacó el toreo en redondo y optó por recortar terrenos ante otro astado con mucha calidad pero con las fuerzas justas. David Fandila 'El Fandi' exprimió de forma muy inteligente todo lo que llevaba dentro su novillo pese a llegar muy justo al último tercio. Admirable su variedad e imaginación en todos los tercios y la forma en que se fue detrás de la espada, que le valieron las dos orejas y fuerte petición de rabo.
El elenco de figuras se cerró con la actuación de José María Manzanares, quién dedicó su labor a otro gran maestro, Enrique Ponce, presente en una de las contrabarreras. Su oponente no acabó de romper, pero si lo hizo el alicantino, que se sintió a lo largo de toda su faena. Logró una oreja de peso.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión