Dumond & Sierra, músicas del mundo a golpe de guitarra
El dúo, uno clásico y el otro flamenco, ofreció un curioso recital en el Centro Lorca en el que navegó de la soléa a Haendel con parada en Aranjuez
José Antonio Muñoz
Granada
Miércoles, 27 de julio 2022, 00:44
El Festival Internacional de la Guitarra se desliza hacia su tramo final con los últimos conciertos clásicos, y con algunos mixtos como el que anoche ... tuvo lugar en el Centro Federico García Lorca. Los protagonistas, Arnaud Dumond & Pedro Sierra, un dúo de guitarras muy particular: el primero, clásico; el segundo, flamenco. De hecho, el espectáculo llevó el muy ilustrativo título de 'Clásico por flamenco'. Ambos con una gran presencia escénica, y una coordinación y entendimiento sobre las tablas que convirtió el recital en una agradable velada. A ello también contribuyó, sin duda, un repertorio con referencias clásicas reconocibles y creaciones propias muy conectadas con la tradición.
Comenzaron ambos, después de unos compases flamencos de introducción, con una muy especial lectura de la 'Sarabande' de Haendel –mundialmente conocida tras ser incluida como tema principal en la banda sonora del film de Stanley Kubrick 'Barry Lindon'–, Sierra tomó la palabra entonces para recordar que la cita homenajeaba al guitarrista Pepe Cuéllar, y Dumond explicó que el concierto iba a continuar con una curiosa melodía, una canción compuesta por un autor anónimo en el siglo XVI en homenaje a María Bolena, la hermana de la que fuera esposa de Enrique VIII. Una interesante pieza que conecta sonoramente con Dowland y Holborne, pero que en su último tramo tomó, como ocurrió en muchos momentos del concierto, un aire que la alejó de la melancolía que tiñe las obras de estos conocidos compositores.
Luego, el dúo dejó atrás las islas británicas y puso rumbo al sonido autóctono, interpretando una versión del 'Zapateado' de Rodrigo, una inspiración constante en la música que hacen en común. Entonces, la velada se tornó flamenca con la interpretación de una soleá a cargo de Pedro Sierra, donde este dio muestras de su extraordinario virtuosismo, sin caer en los efectos –y los defectos– de cierto exhibicionismo habitual. Y vuelta a Rodrigo, con otra arriesgada pero muy interesante relectura del 'Adagio' del 'Concierto de Aranjuez', con Sierra, el flamenco, siendo acompañado como bajo continuo por el clásico, Dumond, para invertir los papeles en el siguiente pasaje. Una interpretación que, sin respetar ni de lejos la partitura, sonó auténtica y tremendamente fresca. Por otra parte, las notas de este 'adagio' han sido objeto de versiones con letra y sonido rythm&blues, así que un poco de improvisación 'jazzera' no nos vino mal.
Sierra dejó solo a Dumond sobre el escenario para que este intepretara 'Preludio número 22', de su autoría, y saliera por tangos, de los de Argentina, con Piazzolla como fondo. Luego, 'Asturias' de Albéniz, tocada como en oleadas de creciente intensidad, y Manuel de Falla con 'La vida breve'. Algo no visto por aquí, que es de lo que se trata.
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