Dos alfombras centenarias lucen de nuevo en la Catedral gracias a la colaboración de la Delegación de la Junta

Antonio Granados expresó en primer lugar su agradecimiento al Centro Albayzín y a las alumnas que han desarrollado este trabajo, al Arzobispado y la Catedral «por permitir que estas dos piezas puedan ser restauradas y devueltas a su uso cotidiano con unas líneas de mantenimiento y de conservación». La felicitación por esta restauración también la hizo extensiva a la Delegación de Empleo, a través de una actuación del SAE «para una formación, adecuación y adaptación». En el último lustro el apoyo de la Junta de Andalucía ha sido esencial para la restauración y rehabilitación de más de un centenar de piezas del patrimonio histórico granadino, al igual que lo ha sido también el «trabajo y la excelencia en el comportamiento, actuaciones y cuidado», desarrollados por el Centro Albayzín.

El delegado territorial de Empleo, Javier Martín Cañizares, destacó en su intervención la importancia que tiene, dentro de su ámbito de competencia, la Escuela de Formación en Artesanía, Restauración y Rehabilitación del Patrimonio Artístico, Histórico y Cultural, adscrita al Servicio Andaluz de Empleo. Uno de los objetivos principales es «la formación en el ámbito de la restauración y de la artesanía» y, sobre todo, el contenido práctico para que los alumnos tengan más posibilidades de insertarse en el ámbito laboral. De ahí la «colaboración con instituciones y, en este caso, con el Arzobispado para poder restaurar parte del rico patrimonio en toda la provincia de Granada».

El deán de la Catedral, Eduardo García López, expresó igualmente su satisfacción por esta nueva restauración dentro de «todo el movimiento y el proceso de poner al día» el templo. En referencia a estas alfombras «son de gran valor y muy antiguas y necesitaban este cuidado. Por eso agradecemos de corazón a la Junta de Andalucía y al Centro Albayzín esta labor, porque por medio de este programa de prácticas todos ganamos en la recuperación del patrimonio».

Tras la firma en la Sacristía de la Catedral, las autoridades asistieron a la colocación de las dos alfombras de principios del siglo XX en sus respectivas capillas y la explicación de las intervenciones por parte de la docente y restauradora Teresa del Pino, la jefa de estudios Susana Rodríguez y las alumnas Bárbara Huppa'n, Cecilia Domech, Marta Estéban, Ximena Hidalgo y Natalia Luc. Estas últimas, pertenecientes al curso de 'Asistencia a la conservación y restauración de tapices y alfombras' para la obtención del certificado de profesionalidad. Las piezas devueltas a la Catedral «están realizadas con dos técnicas muy diferentes», tal y como ha explicado a IDEAL Teresa del Pino, encargada de dirigir la restauración. La que luce en la Capilla de la Virgen de la Antigua es la denominada alfombra ubedí tupida y está realizada con esparto natural teñido. Este nombre se debe a su origen en Úbeda en el siglo XI. La fibra de confección de la alfombra que se encuentra en la Capilla del Cristo de la Esperanza es lana y yute con técnica de mota granadina o bucle alpujarreño. Cuando estas piezas llegaron al taller hace seis meses lo que se hizo en primer lugar fue «un examen exhaustivo sobre su estado de conservación y a partir de ahí se propuso una intervención, que ha consistido en una limpieza profunda tanto en seco, con aspiración controlada, como por calor puntual al presentar números depósitos de cera». Posteriormente, se procedió a un lavado y la consolidación de múltiples desgarros y deformaciones y la reintegración de lagunas totales y parciales. Para ello se han utilizado materiales totalmente inocuos y técnicas reversibles. Gracias a esta intervención se ha «devuelto su esplendor original y se podrá disfrutar de estos bienes de nuestro patrimonio cultural durante mucho más tiempo».

Para el director del Centro Albayzín, Antonio Suárez, esta restauración tiene un doble valor por «darle un espacio a bienes que normalmente no se restauran y se consideran muchas veces de segunda, y por ser el único curso que se realiza actualmente en España sobre conservación y restauración de tapices y alfombras. Esto nos da la obligación moral de hacer un trabajo bien hecho. Para nosotros es muy importante colaborar con las instituciones y entidades y, en este sentido, el Arzobispado es un depositario de bienes patrimoniales muy importante. Es muy de agradecer».