«Hay quien dice que ETA no debió dejar de matar»
Autor de 'Tierra de furtivos', donde analiza la situación del País Vasco tras la disolución de la banda, estará el martes en el Aula de Cultura de IDEAL
José Antonio Muñoz
Granada
Domingo, 3 de abril 2022, 00:06
Óscar Beltrán de Otálora (Vitoria, 1967), actualmente director de Desarrollo Editorial de Vocento, grupo al que pertenece IDEAL, informó durante décadas sobre la acción y ... finalmente sobre la disolución de ETA. Es autor de 'Tierra de furtivos' (Destino), un 'noir' ambientado en la época actual, pero donde las consecuencias de los crímenes de la banda marcan a sus personajes.
–¿Cómo se refleja la existencia de ETA en su novela?
–Los protagonistas hablan de lo que supuso la banda para ellos. Contrapongo la experiencia de los jóvenes que no han vivido los asesinatos con otras personas a las que les marcaron profundamente. También muestro la negatividad que supone la indiferencia ante la violencia, no solo la de ETA, sino la derivada del tráfico de drogas o de la caza furtiva, que en el País Vasco es un problema grave.
–Granada tuvo un papel clave en la concepción de la novela.
–Así es. Nunca agradeceré lo suficiente a nuestro compañero Javier Morales una visita en la que me llevó a conocer el ambiente de los barrios donde viven los responsables del tráfico de marihuana. Me pareció impactante esa 'ciudad sin ley' que se oculta entre los muros de otra ciudad más grande. Por eso, Granada tiene un papel importante en la novela.
–¿Qué papel ha tenido la Ertzaintza, uno de cuyos miembros protagoniza su novela, ante los crímenes de ETA?
–La Ertzaintza, concebida como una policía amable, de proximidad, acabó salpicada por el terrorismo. Tuvo que adaptarse a ser un cuerpo amenazado. Hubo conflictos entre quienes aceptaron equipararse a los 'cipayos' –Policía Nacional y Guardia Civil– y los que no. Ahora, algunos ertzainas están haciendo campaña para recordar a sus compañeros asesinados y poner en valor su trabajo contra el terrorismo. Sin embargo, es el único cuerpo que no tiene una unidad para esclarecer los crímenes sin resolver, como sí tienen Policía y Guardia Civil.
–En su novela, sus protagonistas son muy distintos.
–Sí, he construido tres vidas muy diversas hasta hacerlas converger, enfrentándolas a un hecho violento, el asesinato de una amiga de Tatiana, una joven con un pasado difícil y que ahora regenta una peluquería. He concebido la novela como una compleja partida de ajedrez que espero atraiga al lector.
–¿Podemos decirle adiós a ETA, o todavía existe?
–ETA no existe, pero sí existen grupos disidentes, lo que constituye un grave problema. Y de ellos hablo en la novela. Son personas que entienden que la banda se equivocó al dejar las armas. Siempre me ha sorprendido que ante la derrota de ETA, haya quien considere que los crímenes debieran haber seguido. Estos grupos siguen presentes en la sociedad vasca; no hay más que recordar la polémica de los recibimientos como héroes de los etarras al salir de la cárcel.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión