Nathalie Seseña | Actriz
«Destruyendo a los animales, nos destruimos a nosotros mismos»La intérprete madrileña protagoniza hoy y mañana en el Isabel la Católica 'Sobre la vida de los animales', a partir de un texto del Nobel de Literatura Coetzee
La actriz madrileña Nathalie Seseña (1967) es muy conocida por su amplia trayectoria en el cine, donde ha trabajado con Fernando Colomo, Álex de la ... Iglesia, Juanma Bajo Ulloa o el dúo Albacete-Menkes, pero en los últimos tiempos, cualquiera puede identificarla con la Berta Escobar de 'La que se avecina'. Sin embargo, fuera de las pequeñas y grandes pantallas, mantiene una sólida carrera como intérprete de teatro. Hoy y mañana, llega al Teatro Isabel la Católica con 'Sobre la vida de los animales', un montaje basado en los textos del Nobel de Literatura John Maxwell Coetzee. Un 'tour de force' interpretativo que, sobre todo, da mucho que pensar.
-Es curioso cómo hablamos de 'vida de los animales', cuando vida sólo hay una, la de todos los seres vivientes.
-Efectivamente, la vida es de todos los seres sobre la tierra, pero el ser humano se ha desligado tan profundamente de los otros seres vivos que nos sentimos superiores al resto de las especies. Eso nos da el derecho de explotarlas a nuestro antojo, lo que es terrible, porque dependemos unos de otros. En la medida en que destruyamos a los otros seres animales y vegetales, nos estaremos destruyendo a nosotros mismos. El consumo necesita mantenernos inconscientes y desinformados a propósito de cómo los alimentos llegan a nuestro plato.
-Hemos establecido que los animales no piensan, o que su pensamiento es inferior. Sin embargo, sienten. ¿No es esto algo más complejo que el propio pensamiento?
-Cualquier ser humano que se haya relacionado verdaderamente con un ser animal sabe perfectamente que estos sienten y piensan, igual que nosotros, que, al fin y al cabo, somos animales también. Por eso, el hecho de que se los utilice como objetos para cubrir nuestras necesidades, sin tener en cuenta su dolor o sufrimiento, me resulta particularmente desgarrador. Hoy queremos todo a cualquier hora, y eso implica prácticas abusivas en el campo, como la creación de macrogranjas, un infierno para los animales que se crían en ellas. Es inviable para el planeta y para nuestra salud tomar alimentos sometidos a semejantes condiciones.
-El instinto animal se ha relacionado desde siempre con lo carnal y lo bélico. «En el amor y en la guerra, todo está permitido», nos decian. ¿No supone este adagio simplificar demasiado el asunto?
-Sí, se oye hablar con frecuencia de la crueldad en los animales no humanos, en tareas como la caza, la lucha por el territorio o la reproducción. En el animal humano, el ansia insaciable por el poder, por el tener siempre más, nos hace alcanzar cuotas de crueldad y de destrucción que otros animales no alcanzan..
«El ansia de poder y ser más nos hace alcanzar cotas de crueldad y de destrucción que no alcanzan otros animales»
-¿Cómo ha logrado plasmar esa metamorfosis kafiana de Elizabeth Costello, su personaje, sin que al espectador le chirríe el cambio?
-Elizabeth Costello es una mujer increíble, un personaje que aparece en varias novelas de Coetzee. Él es un gran defensor de los derechos de los animales, y a través de Elizabeth Costello nos invita a una reflexión que siento profunda, compleja y necesaria.
Fiabilidad
-Elizabeth es capaz de sostener una tesis y la contraria. Los humanos somos capaces de sostener una tesis y aparentar sostener otra, o cambiarla de un día para otro. ¿Los animales son más fiables que los humanos, casi siempre?
-Sí, Elizabeth se contradice, como nos contradecimos todos los seres humanos, pero internamente, hay en ella un conocimiento profundo y una determinación con respecto a lo que piensa que afecta a todos los aspectos de su vida.
-Llevar el peso de una obra en solitario y con una escenografía mínima, ¿es un reto para usted, acostumbrada a repartos corales?
-Estar sola en un escenario es, sin duda, para mí, como actriz, lo más difícil de todo. Pero el lujo de dar voz a Costello y Coetzee, a quienes ya conocía y admiraba, me pareció algo a lo que no podía renunciar. A esto se une el hecho de que, desde hace mucho tiempo, también lucho por la defensa de los animales, en la medida en que me lo permiten mis recursos y mi vida.
«Estar sola en el escenario es, para mí, lo más difícil»
-¿Cómo se ha hecho la traslación escénica del texto?
-Lola Blasco, autora de la adaptación, ha estado en conversaciones con Coetzee hasta que dio el visto bueno. Me parece que ha hecho un trabajo magnífico, y quiero resaltar también la laborde Pepa Gamboa en la dirección y del resto del equipo. Me he sentido muy acompañada.
-¿Es su primera vez en Granada? ¿Qué desea del público?
-Sí, para mí es la primera vez que me subo a las tablas del Isabel la Católica. Y mi deseo es que el público disfrute de esta reflexión fascinante que les proponemos.
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