Descubren 29 tumbas del cementerio islámico que hubo en las inmediaciones de Puerta Elvira
La intervención, coordinada por el arqueólogo Juan Manuel Ríos, se ha realizado en la calle Real de Cartuja
Situémonos en primer lugar en el espacio. Un grupo de arqueólogos, comandados por Juan Manuel Ríos, excavan este verano en un solar situado en la ... calle Real de Cartuja donde hay proyectado un edificio de viviendas unifamiliares. La normativa está clara: cualquier actuación de desarrollo urbanístico tiene que ir precedida de una investigación de los posibles restos que haya en el subsuelo. Lo dice la ley. Hay que proteger el patrimonio que nos legó el pasado, muchas veces enterrado a varios metros de profundidad, porque nos ayuda a conocer un poco mejor la historia y el arte de una ciudad milenaria como Granada. Y en efecto, tal y como intuían desde que evacuaron la primera palada de tierra, allí abajo estaba la mismísima historia de Granada. Aquella Granada islámica que abarca los siglos comprendidos entre el once y el quince. Encontraron una tumba. Después otra. Y otra. Hasta veintinueve en una superficie de ochenta metros cuadrados.
Se trababa de sepulturas del enorme cementerio conocido como Sah ben Malik, fundado en el siglo XIII aunque Ibn al-Zubayr ya informa de actividad funeraria en ese lugar en el siglo XIII. Fue clausurado por los Reyes Católicos después de la conquista. Se trataba de una gran necrópolis que estaba delimitada por una cerca con torres que se extendía por el norte hasta donde se situaba la ermita del Cristo de la Yedra, por el noreste hasta la iglesia de San Juan de Dios y por el sur hasta el Arco Elvira. Estamos hablando de una franja de terreno que en aquella época, donde Granada se circunscribía al Albaicín, se localizaba fuera del entramado urbano.
Y allí, en esta parcela de Real de Cartuja, estaban inhumados estos señores y señoras. Concretamente, explica, Juan Manuel Ríos, treinta y dos individuos. ¿Quiénes son? En principio se descarta que fueran notables de aquella Granada, pero la antropóloga Carmen María Román, integrada en el equipo de Juan Antonio Rojas y Juan Manuel Ríos, todos pertenecientes a la empresa Arqueología y Patrimonio, sí que ha realizado un exhaustivo análisis de estos cadáveres con más de quinientos años de antigüedad. Según el trabajo realizado por Carmen María Román, el 30% eran 'infantiles', el 9% 'subadultos', el 10% 'adultos jóvenes' y el 57% 'adultos maduros'.
«Los restos inciden en la importancia de Granada en al-Andalus»
El arqueólogo Juan Manuel Ríos asegura que el hallazgo de estas nuevas tumbas en el cementerio de Salh ben Malik «hacen hincapié en la importancia del Reino de Granada como último bastión de al-Andalus». «La historia de la ciudad –prosigue– no puede entenderse sin su consolidación en la época nazarí y las transformaciones que sufrirá tras la conquista por los Reyes Católicos».
«A través de estas intervenciones podemos documentar el aspecto, vivo y móvil, de las ocupaciones de las poblaciones pues, aunque parezcan espacios estáticos a corto plazo, si analizamos con las luces largas observamos un continuo movimiento», dice Ríos. «La arqueología urbana es de suma importancia para entender la historia de una urbe como Granada, ya que abrimos una ventana hacia su pasado respecto a cómo se ha conformado y cómo se ha desarrollado».
De todos ellos, más de la mitad, el cincuenta y cinco por ciento exactamente, eran varones, un treinta por ciento mujeres y el quince por ciento restante lo que se conoce como 'alofisos', es decir que no se ha podido determinar su sexo. «Se trata –explica Juan Manuel Ríos– de una población que presenta unos parámetros de actividad física muy desarrollados por haber ejercido trabajos pesados y que generan el exceso de esfuerzo». Como curiosidad, uno de ellos evidencia 'estrés alimentario' «plasmado a través de líneas de hipoplasia del esmalte dental, asociado a fases de desnutrición». Otro, de una edad comprendida entre los treinta y cinco y los cuarenta años, yacía en una posición anatómica anómala debido a una cifoescoliosis ideopática, una enfermedad de la columna vertebral que se manifiesta durante la infancia tardía o la adolescencia temprana.
Decúbito lateral
El tipo de sepultura encontrada es variado y con difuntos correspondientes a distintos estratos sociales, aunque el rito sí presenta unas pautas comunes como son la inhumación sin ataúd y con el finado dispuesto en posición decúbito lateral con la cabeza orientada hacia el este. Han aparecido dos tipos de enterramientos: simples y complejos. Los primeros se limitan a una fosa sencilla sobre el suelo cubiertos en algunos casos con lajas de piedra y ladrillo, mientras que los segundos se realizan con paredes de adobe, roca o una combinación de ambos materiales.
Tras la toma de Granada por los Reyes Católicos, el uso del territorio extramuros se 'recalifica'. Al poco tiempo se fundó el Hospital Real (1504) al que se vincula la aparición de varios arrabales cristianos. Entre ellos, el de San Ildefonso, en cuya demarcación parroquial está el terreno donde han aflorado estas tumbas. Dos años más tarde se inició la construcción del Monasterio de la Cartuja. La configuración de la Granada actual parte de la irrupción de los Reyes Católicos, con la expansión fuera del núcleo del Albaicín. La calle Real de Cartuja quedó como un eje principal de la unión entre Puerta Elvira y el Monasterio de la Cartuja.
La última hora de Granada
Las prospecciones arqueológicas realizadas a partir de los años ochenta aportan un material cerámico que no ofrece cronologías anteriores al siglo XI. Los sondeos realizados este estío en Real de Cartuja muestran una ocupación del espacio más tardía, de los nazaríes, lo que denota el crecimiento de este cementerio Salh ben Malik.
Los restos de Real de Cartuja, al Museo Arqueológico
¿Qué se hace ahora con estos restos? Según Juan Manuel Ríos, tanto los individuos enterrados como el resto de materiales arqueológicos –básicamente cerámica, metal y vidrio– se entregan al Museo Arqueológico de Granada, según se indica en el reglamento de actividades arqueológicas de Andalucía. Aunque, previamente, el equipo que ha realizado las excavaciones realiza tareas de limpieza, clasificación e inventariado. Posteriormente llevan a cabo un análisis especializado que permite extraer conclusiones que van más allá de los aspectos formales.
El grupo de profesionales que ha trabajado en la calle Real de Cartuja ha estado dirigido por Juan Antonio Rojas, especializado en la época andalusí y sistemas de información geográfica. Rojas se integra, además, en la empresa Arqueología yPatrimonio, que nace de la necesidad de abordar los yacimientos desde diferentes vertientes interdisciplinares, combinando estudios con las interpretaciones mediante estratigrafía.
A juicio de Juan Manuel Ríos, «el arqueólogo de hoy día no sólo tiene que estar especializado en temas históricos, sino dominar las nuevas tecnologías». Estaciones totales de topografía, fotogrametría, drones, cámaras multiespectrales... han supuesto un gran avance para este sector. «Nuestra labor es una actividad científica, y de ahí que mantengamos contacto con la Universidad de Granada», afirma Juan Manuel Ríos
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