Descubren importantes restos de un edificio del siglo IV en los Mondragones

Por el momento, el avance de las excavaciones ha permitido sacar a la luz los restos de tres ábsides que formarían parte de la estructura de un edificio construido en torno al siglo IV. Las características tipológicas y arquitectónicas del descubrimiento hacen pensar al arqueólogo granadino que podría tratarse de una construcción «de tipo protocolario y aristocrático o de tipo religioso».

Los restos, de los que apenas se conocen más detalles, han aparecido bajo otra construcción de gran interés, un edificio medieval del que se conservan muros con un alzado que supera el metro y medio y que habría permanecido en uso después de la llegada de los musulmanes a la Península Ibérica. Se trataría de un recinto «singular», como lo ha definido Rodríguez Aguilera, en el que los arqueólogos han localizado pavimento de ocupación de época almohade y nazarí y que fue abandonado tras el hundimiento de la bóveda, que también ha aparecido en el interior.

Por otra parte, los trabajos en el yacimiento de los Mondragones han permitido descubrir un cementerio tardorromano o visigodo. Se trata de un complejo funerario situado a apenas unos metros de los otros hallazgos y en el que se han localizado restos humanos de la época. Los huesos corresponden, según ha explicado el arqueólogo, a doce individuos que fueron enterrados de forma ritual, con las manos sobre el pecho y siguiendo una dirección similar. Todo está siendo catalogado por los arqueólogos para su posterior estudio por el departamento de Antropología Humana de la Universidad de Granada.

Según ha confirmado Rodríguez Aguilera, los descubrimientos han cambiado por completo la visión que tenían los investigadores de la zona. Hasta ahora se pensaba que los vestigios correspondían exclusivamente a una villa rural romana situada en el extrarradio de la antigua ciudad de Granada. Sin embargo, la localización de edificios superpuestos de diferentes épocas y el hallazgo de restos cerámicos de época visigoda «podrían arrojar luz sobre lo que pasó en la zona entre la caída del imperio romano y la llegada de los musulmanes».

El arqueólogo, que ha dado cuenta del avance de las excavaciones a la delegada de la Junta de Andalucía, Sandra García, y al delegado de Cultura, Guillermo Quero, ha confirmado que los hallazgos han transformado también la forma en que está siendo estudiado el yacimiento. Los trabajos debían terminar dentro de cuatro meses, pero se van a alargar algo más para poder estudiar el edificio de los tres ábsides que acaba de aparecer, terminar de caracterizar las termas y determinar cuántos niveles de calle hay realmente.

Sin embargo, tal y como señalado, la intención del equipo es «acotar la zona de trabajo para evitar que la arqueología se convierta en un pozo sin fondo y acabe estrangulando la posibilidad de la puesta en valor». «Lo más importante es hacer todo lo posible para que tengamos pronto el parque arqueológico, que es algo de lo que carecemos en Granada», ha señalado.