David Trujillo narra sus 'Cuentos hertzianos' en La Madraza

Según el autor, la muestra empezó a gestarse «hace ya unos años, cuando desarrollaba la Tesis 'El espacio hertziano como site-specific', donde planteaba una reflexión sobre cómo se ha utilizado (y utiliza) el espacio de interacción entre el espacio físico, las tecnologías inalámbricas y las personas, desde un punto artístico».

Trujillo mezcla varias disciplinas, aunque trabaja «desde el concepto. Me centro en lo que quiero contar, y luego busco el soporte que creo que es el más adecuado. En unas ocasiones es pintura, en otras instalaciones, arte sonoro, vídeo, etcétera. Pero sí se puede afirmar que todo lo que hago lleva implícito una revisión del espacio, de la situación del espectador en él, de las implicaciones tecnológicas y de lo medial».

Sobre la lucha por atraer el público a las salas con propuestas novedosas, comenta que «tiene que haber de todo. Creo que es más importante lo que quieres transmitir, muchas veces con una fotografía puedes contar lo mismo que con un vídeo, donde se tiene el añadido de lo temporal. En mi caso, la temática plantea situaciones en las que el espectador se tiene que enfrentar en el espacio expositivo, y a un tiempo en la recepción y lectura de las obras, tanto física como mental. El salto a las tres dimensiones es necesario, y a la cuarta, la temporal, también».

La obra de Trujillo es rabiosamente moderna. De hecho, el visitante, usando su teléfono móvil, puede entrar en una realidad aumentada en la serie 'Hertzian soundscapes', cuyas obras «ocultan un paisaje sonoro que fui creando mediante paseos por Granada, equipado con un analizador del espectro radioeléctrico y una grabadora de audio digital. Así, mediante la Realidad aumentada, los espectadores pueden revelarlo (escuchar lo no audible) a través de sus propios dispositivos, que son también parte del paisaje sonoro hertziano».