La OCG y coros de Granada graban el 'Bella Ciao' para pedir respeto al medio ambiente

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Esta es la idea que ha impulsado a la chelista norteamericana de la Orquesta Ciudad de Granada, Kathleen Balfe, a liderar una iniciativa en defensa del medio ambiente, la cual ha cristalizado en un vídeo en el que, tras un mensaje ecologista, se interpreta una versión de la pieza popular 'Bella Ciao' con una letra adaptada a este fin. El vídeo se grabó en los días previos al confinamiento, antes de que la Orquesta se desplazara a Bilbao para ofrecer en el Festival Música-Musika los que, al parecer, van a ser los últimos conciertos de su temporada.

La chelista proviene de una familia californiana pionera en la ecología. «Mis padres tenían placas solares en los años 60, y una cocina que funcionaba con energía solar en los 70», recuerda la intérprete. «En septiembre pasado, cuando tuvieron lugar las manifestaciones tras la Cumbre del Clima, empecé a plantearme que como un grupo humano cuyos miembros estamos muy preocupados por esta deriva de falta de respeto al medio ambiente, teniamos que poner nuestro granito de arena para concienciar a la población». No fue, pues, una iniciativa 'institucional' de la OCG, inmersa por entonces, además, en un grave problema económico, sino una idea nacida de entre los propios músicos.

Más tarde, se sumaron a la iniciativa los músicos de la Joven Orquesta Sinfónica de Granada, una de las formaciones que integran la cantera de músicos de la provincia, y que dirige el violinista de la OCG Edmon Levon. Y luego, la Federación de Coros de la provincia de Granada, con su presidente, el también director del Coro de la OCG, Héctor Eliel Márquez. «Desde el primer momento, comprendimos que era una buena oportunidad par que la cultura diera la cara frente al cambio climático. Y tener el escenario lleno de instrumentistas y coralistas fue como una gran manifestación con la música como lenguaje», afirma Kathleen Balfe.

El vídeo, que responde al lema 'Sing for the climate' y fue realizado por el profesional Isidro Poyatos, de amplia experiencia televisiva, contó con la colaboración, además de los colectivos ya indicados, del Auditorio Manuel de Falla y su personal, el cual, según indica la chelista, «puso a nuestra disposición todos los medios para que la grabación fuera un éxito». El metraje, que en total ocupa casi cinco minutos y medio, se inicia con una locución, música y texto escritos e interpretados por el compositor, profesor e investigador Rafael Liñán, que recuerda la insensibilidad y la avaricia con la que la humanidad ha gestionado los recursos naturales, recordando que la ciencia lleva años avisando de forma reiterada de las consecuencias de tales actos. Tras la locución inicial, aparece el escenario del Auditorio Falla y comienza a interpretarse la canción 'Bella Ciao', de origen italiano –quizá de finales del siglo XIX– y que fue adoptada como himno por los partisanos transalpinos. En los últimos tiempos se ha hecho muy conocida en nuestro país por la serie de televisión 'La casa de papel', cuya banda sonora incluye una versión cantada por Najwa Nimri.

La canción que cantaron los coros granadinos tiene una letra muy particular, que ha creado la también granadina Claudia Rodríguez. Como afirma Héctor Eliel Márquez, «la traslación de la letra original inglesa al castellano no era fácil, y la versión latinoamericana que existía tenía muchos giros propios del otro lado del Atlántico, así que Claudia ha hecho una versión muy buena y llena de contenido». Al mismo tiempo, es una letra cercana, que comienza diciendo que la Madre Tierra tiene un problema y pide nuestro auxilio cada día más, para apelar a renglón seguido a la responsabilidad de todos y a ese esfuerzo que comienza en lo pequeño y se agranda conforme todos caminamos en la misma dirección. Imágenes de vertederos incontrolados se mezclan con sencillos gestos como el reciclaje de los plásticos domésticos.

Fue un esfuerzo marcado por la premura de tiempo, la misma que llevó a Héctor Eliel Márquez a colocarse de forma inopinada en el podio. El resultado, sin embargo, transmite lo que quiso desde un principio: cuando salgamos a la calle, el planeta nos estará esperando. Es nuestra responsabilidad convivir con él en armonía.