La colección de Juan de Loxa, más cerca de Fuente Vaqueros
Solo la parte pictórica del legado del poeta, con obras de Dalí, Cocteau, Alberti o Manuel Ángeles Ortiz, ya justifica la creación de un museo
JOSÉ ANTONIO MUÑOZ
GRANADA
Martes, 19 de marzo 2019, 00:07
El legado del poeta Juan de Loxa, fallecido en diciembre de 2017, constituye una de las colecciones culturales privadas más importantes de Granada. Y ello ... por tres motivos: la relación del personaje con Lorca y su vida, sus conexiones personales con los grandes de nuestra historia cultural reciente, y su buen ojo a la hora de adquirir objetos en subastas. Con estos tres pilares, se da lugar a un patrimonio de primer orden, digno de ser mostrado de forma permanente y temporal, con múltiples hilos argumentales que pueden dar lugar, no solo a exposiciones muy variadas, sino a trabajos de investigación de alto calado.
A unos meses vista de su fallecimiento, familiares y amigos de Juan García Pérez –ese era su nombre 'en el siglo'–, siguen justamente empeñados en que ese fantástico legado no se pierda, y pueda, como el poeta y periodista hubiera querido, ser disfrutado por los amantes de la belleza. Por ello, no han dejado de moverse, con cautela, eso sí, para que ese objetivo pueda cumplirse.
De todos es conocido el interés inicial del Centro de Arte Reina Sofía para hacerse con la donación del legado. Esta solución no pareció adecuada, desde el primer momento, y por varias razones. La primera, que ese círculo de familiares y amigos tenía la impresión –veraz, a tenor de lo ocurrido después– de que el Reina Sofía pretendía, amparado en su indiscutible prestigio como centro conservador del arte contemporáneo, que la colección Juan de Loxa se le cediera sin contraprestación.
Muestra pictórica
El objetivo era mostrar la parte 'mollar' desde el punto de vista pictórico –los cuadros de Manuel Ángeles Ortiz, Alberti, Juan Brossa, Ismael de la Serna, Gabriel Morcillo, Dalí, Mayo, Viñes, José Guerrero, los grabados y dibujos de Jean Cocteau–, y quizá alguno de los documentos más interesantes, como cartas o primeras ediciones, en exposiciones temporales, sin que nada de su legado entrara a formar parte de la colección permanente del Museo, y quedando el resto escondido -muy bien cuidado, eso sí- en almacenes, dispuesto a ser prestado cuando la situación lo requiriera, pero a 430 kilómetros de Granada.
La otra propuesta para crear un museo de Juan de Loxa en la ciudad que le vio nacer también ha sido desestimada, pero por otros motivos. El círculo de amigos, y entre ellos el pintor y profesor Juan Antonio Díaz, tiene el convencimiento de que su ciudad ignoró, en buena medida, a Juan de Loxa en vida. Su último intento de legar –completamente gratis– algo a la ciudad fue, con ocasión de la reapertura del histórico Teatro Imperial, la oferta de su impresionante colección de carteles y affiches cinematográficos para que se exhibiera –siquiera en parte– en el vestíbulo de dicho teatro. La proposición, según recuerda Juan Antonio Díaz, no fue tenida en cuenta, por lo que el poeta no volvió a ofrecer nada más. Además, Loja carece, hoy por hoy, de los medios y la ubicación necesarias para acoger un museo acorde con el valor de las piezas que integran la colección 'loxiana'.
Su casa
Descartadas, pues, estas dos opciones por las razones esgrimidas, la mejor alternativa para la colección es la que fuera 'su casa': el Museo García Lorca de Fuentevaqueros. Desde el primer momento, ha sido Francisco García, primo de Juan de Loxa y residente en Málaga, quien ha comenzado a trabajar en el legado, leyendo y releyendo documentos –sobre todo el epistolario y poemas y escritos en prosa inéditos–, y descubriendo, según propia confesión a amigos, un Juan completamente distinto al que conoció. La colección que este consulta se encuentra guardada en una nave industrial en Loja, y dispuesta para ser catalogada en cuanto sea necesario. Esto deja la pelota en manos de la Diputación, una institución que, sin embargo, cuenta con los recursos humanos suficientes -y estaría, además, dispuesta a contratar personal suplementario, si fuera necesario- para comenzar la catalogación y ordenación del legado en cuanto se alcance un acuerdo.
Una comida que se produjo en la capital con ocasión, el pasado día 5, de la presentación del opúsculo '5 poemas 5' en la Galería Arrabal & Cía, y en la que participaron Francisco García y algunos amigos, sirvió para corroborar la sintonía existente entre todos los interesados en que el legado se exhiba de la mejor forma posible. Otro de los puntos claves de este asunto es que De Loxa dejó tantos documentos inéditos como los que publicó, con lo que la edición de sus obras completas significa, prácticamente, duplicar lo que hasta ahora ha visto la luz. Con referencia a sus cartas, quien ha tenido la suerte de recibirlas aprecia en ellas un estilo único, audaz, lleno de cultismos y referencias que hacen de su estudio una materia que, seguro, proporcionará material para múltiples trabajos de investigación. En próximas semanas puede haber avances.
Una posible estructura
Con lo sabido, se puede estructurar, incluso, una suerte de distribución de las piezas. Por un lado, se podría exhibir la colección de pinturas y grabados, donde hay primeros nombres del arte contemporáneo. Por otro lado, su colección bibliográfica, con muchas primeras ediciones y documentos relacionados con las más diversas bellas artes, y muchos de ellos relacionados con Federico García Lorca. Item más, quedaría espacio para exponer el epistolario, y las colecciones de arte cinematográfico y fonográfico -no hay que olvidar que fue Premio Ondas- que el poeta y periodista atesoraba, en muchos casos piezas anotadas por el propio De Loxa. A todo ello se uniría la propia colección de inéditos, y otros documentos por publicar. ¿El valor? Difícil de calcular, por eso solo puede estar en las manos adecuadas.
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