El Festival de San Sebastián disecciona la corrupción política española

El quinto largometraje del joven director Rodrigo Sorogoyen, de 37 años, es un angustioso 'thriller' que narra las vicisitudes de un político, Manuel López-Vidal (Antonio de la Torre), y su huida hacia adelante cuando se destapa su implicación en un vasto escándalo de corrupción.

El guión está plagado de guiños a la financiación ilegal del conservador Partido Popular. Un escándalo que terminó propiciando la caída de Mariano Rajoy el pasado junio en una moción de censura, promovida exitosamente por los socialistas. Sin embargo, en un país donde la corrupción también ha sido cosa de socialistas y hasta del cuñado del Rey de España -el encarcelado Iñaki Urdangarin-, Sorogoyen insistió en que el objetivo era «hablar de la corrupción del sistema» y no de un solo partido.

«'El Reino' no es el retrato de un partido político, en absoluto, es el retrato de una sociedad a través de un político que se corrompe», resumió Antonio de la Torre, brillante en su papel de sobreviviente que, amenazado de ir a prisión, echa mano a la seducción, ingenio e intimidación para librarse. Más allá de esto, la película analiza también «la trastienda» de los políticos, «cómo se escupen, cómo se besan, cómo se abrazan», abundó el actor José María Pou, quien interpreta a un presidente regional con aires de patriarca.

De la Torre, el actor de moda del cine español ('El autor', 'Tarde para la ira', 'Que Dios nos perdone', de Sorogoyen), comentó que para su papel se reunió con políticos, algunos de ellos incursos en causas judiciales. Sorogoyen, coautor del guión junto con Isabel Peña, defendió el que la cámara esté buena parte de la película encima del protagonista, «para conseguir esa sensación de agobio» que va 'in crescendo' y lograr algo difícil: «Que el espectador dijera: 'quiero que le salgan bien las cosas'» al corrupto pero sufrido López-Vidal.

'El Reino' es una de las 18 películas de la selección oficial que bregará por el máximo galardón, la Concha de Oro, en la ceremonia de cierre el 29 de septiembre en la capital donostiarra.