«Sin la participación del Observatorio de Sierra Nevada no habría sido posible la primera imagen del agujero negro»
IDEAL conversa con Miguel Sánchez-Portal, director del Observatorio IRAM de Sierra Nevada, donde se encuentra el único telescopio europeo implicado
El Instituto de Radioastronomía Milimétrica ha tenido a través de su telescopio de 30 metros ubicado en el Pico Veleta un papel fundamental en la ... obtención de la primera imagen real de un agujero negro supermasivo como único telescopio europeo implicado. El suyo es uno de los ocho radiotelescopios que han conformado el EHT (Telescopio Horizonte de Sucesos) a escala planetaria, con 12.000 kilómetros de diámetro, la única vía posible para obtener esta imagen tras una sincronización, con una precisión por debajo del microsegundo, de varios días.
Miguel Sánchez-Portal, director del Observatorio IRAM de Sierra Nevada, atiende a IDEAL pocos minutos después de la rueda de prensa de presentación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Madrid para calificar lo vivido como «muy emocionante». «Esto marca un antes y un después, esta foto va a salir en las enciclopedias», asegura, orgulloso. «Es un honor como director del Observatorio poner en valor el trabajo maravilloso y excepcional del equipo de IRAM, que fundamentalmente es local. Nuestro radiotelescopio es la segunda estación más sensible del mundo después de ALMA y es que el que ha dado la mayor resolución este-oeste», apunta Sánchez-Portal. «Sin el concurso de nuestro telescopio de 30 metros no habría sido posible obtener este resultado. Es algo que debería poner muy contentos a todos los granadinos», indica el director de IRAM.
Juan Peñalver, vicedirector del Observatorio IRAM de Sierra Nevada que dirige Miguel Sánchez-Portal, explica que «fue un trabajo de pocos días, menos de una semana, en abril de 2017, cuando se sincronizaron los ocho observatorios para llevar a cabo la investigación y poder obtener la mejor imagen, la más sincronizada y coherente, gracias a un interferómetro con gran resolución respecto a lo que se ve en el cielo». «Todos seguimos el tiempo universal coordinado, que no depende de la hora local y posee una precisión por debajo del microsegundo. Todos los telescopios realizamos una grabación de datos del objeto que estábamos observando para luego reproducir la imagen. Se podían generar varios terabytes de datos por minuto, una cantidad muy alta», apunta.
«De haberlos intentado analizar nosotros no nos diría nada porque nuestra antena es de sólo 30 metros de diámetro, pero con la unión de los demás observatorios para simular la antena de 12.000 kilómetros de diámetro, el de la Tierra, se consiguió mucha más resolución», señala Juan Peñalver, vicedirector del Observatorio IRAM. «Este agujero negro, situado en la galaxia Messier 87 de la constelación de Virgo, a 55 millones de años luz de la Tierra, está compuesto por una masa equivalente a 6.500 millones de masas solares, por lo que harían falta 6.500 millones de soles para dar lugar a este objeto negro», indica. En una cuestión de meses o de un año, apunta Peñalver, se prevé una nueva publicación sobre la observación de un agujero negro en nuestra galaxia de aproximadamente cuatro millones de masas solares.
O ellos o ninguno
Juan Peñalver bromea acerca de la participación de IRAM que no tuvieron alternativa ya que al tratarse del único observatorio con el rango de frecuencias adecuado en Europa «o participaba este o no participaba ninguno». «Siempre es agradable encontrar este reconocimiento, aunque en esta ocasión corresponde a un trabajo de pocos días, de menos de una semana. Nuestro trabajo es continuo todos los días y todas las noches a lo largo del año con muchísimos proyectos de investigación sin tanto impacto mediático. Esta colaboración es una más de las que hacemos», matiza.
En la configuración del equipamiento técnico y las observaciones desde el telescopio IRAM de Sierra Nevada estuvieron implicados, además del director Miguel Sánchez-Portal, los ingenieros Salvador Sánchez e Ignacio Ruiz y el investigador Pablo Torné, del propio IRAM, y Rebecca Azulay, de la Universidad de Valencia. También forman parte de este hito científico José Luis Gómez, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), con el desarrollo de uno de los tres algoritmos usados para la reconstrucción de las imágenes de la sombra del agujero negro; Antxon Alberdi, director del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), liderando las investigaciones sobre la formación de chorros relativistas a partir del acrecimiento en torno a agujeros negros supermasivos; e Iván Martí-Vidal, del Instituto Geográfico Nacional (IGN), con el diseño de los algoritmos que permitieron combinar los datos de ALMA con el resto de radiotelescopios.
Los otros siete telescopios implicados en otras partes del mundo, además del de Sierra Nevada, son los de Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), Atacama Pathfinder EXperiment (APEX), ambos en Chile; el James Clerk Maxwell Telescope, en Hawái (Estados Unidos); el Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano (México), el Submillimeter Array (Hawái), el Submillimeter Telescope, en Arizona (Estados Unidos), y el South Pole Telescope, en la Antártida.
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