La razón por la que deberías dejar por escrito cuáles son tus canciones favoritas
La asociación granadina 'Música para despertar' mejora la calidad de vida de los enfermos de alzheimer utilizando las melodías que marcaron su vida
La cinta azul de los grandes éxitos de Los Beatles que sonaba en el Renault 7 cuando íbamos al pueblo. Lo dejo por escrito siguiendo ... el consejo de Pepe Olmedo, psicólogo granadino y creador de 'Música para despertar', una asociación que se dedica a mostrar cómo los enfermos de alzheimer pueden mejorar su calidad de vida a través de esas canciones que forman parte de su banda sonora particular.
El alzheimer es una enfermedad degenerativa que, a grandes rasgos, atrofia el cerebro y provoca que pierda masa. «Es muy interesante, porque está demostrado que las áreas que se encargan de la memoria musical, sobre todo las que tienes relacionadas con tus recuerdos personales, se atrofian menos». Y ahí es donde este proyecto granadino impone su ritmo.
La oficina de 'Música para despertar', en el centro de Granada, parece sacada de una viñeta de 'Blacksad', el cómic de Juanjo Guarnido. Allí, Pepe Olmedo y Aarón Rodríguez, ambos psícologos y musicoterapeutas, llevan la batuta de un proyecto que crece como un solo de Freddie Mercury. «Mi madre trabajó en varios centros de mayores donde había enfermos de alzheimer, así que desde muy pequeño estuve en contacto con la enfermedad», recuerda Olmedo. Al terminar la carrera, Pepe, músico autodidacta, inició un voluntariado en una residencia de Cájar, donde organizaba talleres musicales por la tarde. «Recopilaba música de la época de los pacientes. Me rodeaba de ellos y veía cómo reaccionaban. Ahí empezó todo».
Es habitual que los pacientes avanzados de alzheimer sufran de agitación y pierdan la capacidad de entender el lenguaje verbal. «De ahí que su manera de comunicarse con la realidad sea gritando, insultado, pegando... Hay una conducta, por ejemplo, que es la deambulación errática, personas que están todo el día caminando sin ningún objetivo». En la gran mayoría de residencias se usan fármacos para tratar estas situaciones; Olmedo plantea una alternativa: «Está demostrado que la música disminuye los estados de agitación. Algunos que deambulan, les ponemos canciones y de repente se sienta a escuchar la música de su vida».
Pepe y Aarón hacen fundamentalmente dos cosas: investigar y formar. Cuando conocen un nuevo paciente, ahondan en sus gustos musicales y hablan con sus seres queridos para confeccionar la lista de canciones que realmente representen algo importante para él, que asocien a una experiencia. Olmedo dice que esta labor es, en cierta manera, «un poco egoísta» porque espera que en el futuro, si es necesario, lo hagan por él. «Estamos hablando de alzheimer que casi siempre se da en edades avanzadas (ya hay casos en personas con menos de 50), pero cualquiera podemos tener un accidente de tráfico y sufrir un problema a nivel cerebral», advierte. Se ha demostrado que la música puede resultar clave en procesos de rehabilitación por eso, dice el psicólogo, «es fundamental que este paso lo demos ya: dejar por escrito cuáles son las canciones de nuestra vida... Si a mí me ponen reguetón, me matan».
La segunda parte del trabajo de 'Música para despertar' es la formación. «Como voluntario me di cuenta de que, aunque está muy bien, no puedes depender de ellos. Pensé que lo mejor era formar a profesionales para que sigan usando el método en su día a día». Estos psicólogos se esfuerzan por conseguir que los profesionales entiendan bien la enfermedad. «Sobre todo –apunta Olmedo– los auxiliares de enfermería que a lo mejor no han tenido una formación tan extensa como otros profesionales, pero son los que más tiempo pasan con los pacientes;los que tienen más carga laboral y menos recursos».
Hay pacientes que se tienen que tomar un fármaco pero no quieren; otros que se niegan a ir al cuarto de baño. El alzheimer les lleva a un estado de oposición. «Hay que mantener la autonomía de la persona y se ha demostrado que cuanto más pueda andar la enfermedad va más lento. Con la música conseguimos una motivación que las personas no somos capaces de conseguir». Olmedo recuerda el caso de una anciana que no se quería levantar y que, tras cantarle una canción y de ponerle una melodía que ella reconocía, se puso en pie y bailó. «Me la llevé al baño bailando». Otros pacientes, por ejemplo, olvidan que están comiendo. «Con la música, su atención se focaliza y están más tiempo concentrados».
SoundBay, la banda del recuerdo
Hace poco más de un año, Pepe Olmedo y sus amigos decidieron dar un paso al frente en el mundo de la música. «Inma Lorenzo, profesora de la escuela de música para niños Gabba Hey. El inglés Chris. Lucía, Aarón y yo, que tenemos formación en musicoterapia. Y Javier, el percusionista, colabora mucho con nosotros. Quedábamos para improvisar y nos gustaba escuchar la voz de Inma y Chris. Así que el año pasado montamos el grupo». Un año en el que ya suman más de una decena de conciertos por toda Granada: Planta Baja, Granada Sound, GranaPop, Playmobil... Si les apetece, ellos son 'SoundBay'.
«Una parte importante de nuestra función –añade– es recordar a los trabajadores que hay cosas que no se nos pueden escapar: mirar a los ojos, llamar por el nombre, la delicadeza, coger de la mano... es fundamental tratar a los pacientes como personas». Y es que se puede llegar a pensar que estas personas no sienten. Los que sufren de un alzheimer avanzado casi no reaccionan ante nada, pero siguen ahí dentro. «A través de la música hemos llegado a una lágrima, una sonrisa, un suspiro. Con que vea que se reduce el temblor de un paciente un poco, doy por bueno el resultado», termina Olmedo.
'Música para despertar' crece por toda España. La comunidad valenciana ha contratado sus servicios para 18 centros sanitarios; llevan dos años realizando cursos online para centenares de cuidadores y familiares; y tienen ponencias programadas por Granada, Madrid, Barcelona, Zaragoza y La Rioja, entre otras.
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