Más de cien nombres para un objetivo: homenajear al maestro Rafael Guillén

Guillén calificó de generoso derroche el volumen, «un dechado de buen hacer y buen gusto», y dio gracias también a los lectores, «que dan sentido a mis palabras». Javier Gilabert contó el germen de la iniciativa: una visita que se produjo hace dos años, y que sirvió para comprender la necesidad, no de un homenaje, sino de un acto de amistad. Por su parte, Fernando Jaén compartió 'Al lector' de Francisco Brines, sin duda uno de los últimos poemas que escribió el autor, incluido en la antología. Brines describe los sentimientos del poeta hacia quien le lee, «un gesto que amé en otros y en otros aprendí».

Fue Gilabert quien aseguró que el momento para que este libro vea la luz es el idóneo, «porque queríamos hacer un regalo que se alejara de las antologías o los estudios academicistas al uso». Es un libro que, afirmó, se justifica en sí mismo, y que, como también dijo la diputada de Cultura, Fátima Gómez, «Rafael está disfrutando muchísimo». Es 'Para decir amor sencillamente' una empresa ambiciosa, pero acorde con el legado de Guillén, quien pinta a la ciudad de Granada, a sus calles y a sus gentes.

Juan Carlos Friebe, prologuista de la obra, aseguró que esencialmente «es un homenaje de poetas hacia un poeta. Si hubiéramos incluido a aforistas, ensayistas y novelistas, esta antología se habría ido a los seis volúmenes». Friebe desveló que originalmente iban a ser 88 los poemas incluidos en esta antología, pero acabaron llegando a los 105, en ese deseo tan italiano de larga vida que es «cent'anni'». Dijo que el poema de Brines «aún me produce escalofríos al leerlo». También recordó que tanto este como Guillén son coetáneos y que ambos fueron premios nacionales de Poesia. Por ello, en el volumen se encuentran un buen número de autores galardonados con esta distinción, y autores que comparten con Guillén su condición de académico de las Buenas Letras. También poetas noveles, lectores de su obra y capaces «de cogerle el aire», como dijo Friebe, fuera de modas efímeras de memes y emoticones.

Con humor, el prologuista afirmó que «Granada tiene más poetas que habitantes», por lo que la selección fue ardua, y «lamentamos no haber podido dar cabida a todos, porque tampoco queríamos que fuera un homenaje de poetas granadinos a un paisano».

Especialmente emocionante fue la lectura del poema de Antonio Gamoneda, una declaración de amor a los versos de Guillén. «La belleza del libro en mis manos abatía tristezas», dice el ganador del Premio Cervantes. «Has liberado mi llanto y ya vivo y descanso en mi propia inmanencia».

Fernando Jaén aseguró que todos los participantes sienten a Guillén como parte de su biografía, y que el orden, temático, de los temas, permite hacer un recorrido por las distintas sensibilidades de la poesía española actual. «Descubrimos que los poemas tenían vida, y los ordenamos en torno a varios bloques: tras el homenaje, el amor, el tiempo, el instante... Todo el volumen revela una identidad propia». Para finalizar el acto, Friebe desveló las claves de su prólogo, una feliz introducción para un volumen único.