«El género negro debe traspasar los límites de los personajes para describir la sociedad»

Cuando Zanón cruzó la frontera de la prosa, no tenía conciencia de que ese viaje le iba a ocupar tanto tiempo, y que quizá fuera un punto sin retorno, o de retorno muy espaciado en el tiempo. «He escrito siempre novelas de barrio, sobre la gente que tenía alrededor, con perdedores como protagonistas. En realidad, no tenía la sensación de estar escribiendo novela negra», afirma. Para él, la diferencia entre redactar y escribir tiene mucho que ver con la poesía y la música de las palabras, la elección de las frases y su cadencia;lo que llama «el respirar de la página». Yconcluye:«La literatura tiene música y tiene poesía;si no, no es la literatura».

Amante de la novela y la ficción, supo ver a tiempo un mercado que la poesía no tiene, porque «es un mundo muy endogámico. Además, hubo un escritor al que preguntaron si la poesía servía para comer, y respondió que, como mucho, para merendar».

La música ha sido una de las claves creativas de Carlos Zanón. «Creo que comencé a escuchar música y a escribir al mismo tiempo. De hecho, tengo el recuerdo de estar escribiendo poesía mientras escuchaba la radio. Oía las canciones en inglés, y sin conocer la letra en español, empezaba a pergeñar versos imaginando qué diría. El impacto de lo inmediato me atraía mucho. Era fascinante oír canciones que podría haber escrito alguien cerca de casa y de cuyo contenido podrías ser el destinatario».

Y hablando de música, asegura que la novela negra tiene su propio son, basado en ocasiones en la desesperación. «Tiene un fuerte carácter existencialista, sus protagonistas son en muchas ocasiones personas que toman malas decisiones, lo que induce a veces al lector a pensar que todo puede ir a peor. La novela negra puede ser incluso más negra que la música negra».

Del ambiente del género, le gusta que haya un circuito de festivales –en el que incluye ya en un lugar muy destacado a Granada Noir–, la apuesta que determinadas editoriales han hecho por él, e incluso del cierto compañerismo que existe entre los autores, impensable en otros ámbitos literarios. «En el fondo, muchos autores de novela negra somos artesanos», asevera. Como puntos flacos, cita las limitaciones que la propia imaginería del 'noir' impone, señalando al mismo tiempo la necesidad de tener «cierta ambición» para romper dichas limitaciones. «Quizá, más allá del dibujo del detective alcohólico y con problemas conyugales, tendríamos que pensar en cómo contamos la realidad que nos rodea».

Zanón pone en valor el género negro español, y asegura que Carvalho «nos contó la Transición. Es todo un símbolo. Acepté el encargo de hacerlo contemporáneo partiendo del inmenso cariño que se le tiene. Es el detective mediterráneo por excelencia, y sin él, ni Donna Leon, ni Andrea Camilleri, ni Petros Márkaris escribirían igual». Está encantado de volver a Granada, mucho más por la razón que le trae aquí, «me siento muy honrado de que Granada Noir, un festival al que tengo tanto cariño, reconozca mi trayectoria».