Borrar
Encarna Ocaña, en su terraza, lista para su homenaje diario. ALFREDO AGUILAR

Las campanas escondidas de las ocho

José Antonio Muñoz

Granada

Martes, 26 de mayo 2020, 01:28

Comenta

Desde que se inició la crisis sanitaria, cada tarde a las 20 horas suenan unas campanas en el Realejo. No son las de Santo ... Domingo, y tampoco las del convento de Santiago. Podemos decir, apelando al clásico adagio, que los granadinos del Realejo oían campanas, pero no sabían dónde. Pero ahí están, cada tarde en el momento en que se homenajea a los sanitarios. Proceden de los aledaños de la Casa de los Tiros, de una vivienda edificada donde estuvo la iglesia y el cementerio de Santa Escolástica. Son unas campanas con una sonoridad muy especial, un sonido que se mantiene en el aire segundos después de haber sido tañidas, y que hacen una extraña mezcla tímbrica con los aplausos, cada vez menos estruendosos, por cierto. La responsable de este milagro sonoro se llama Encarnación Ocaña, y es, por encima de todo, artista.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Las campanas escondidas de las ocho