Camila Sosa: «El amor es como un páramo sin brújula»
La escritora argentina recuerda su pasado, marcado por la pobreza y la marginación social, y asume que no escribe «para cambiar el mundo»
Camila Sosa y la poeta granadina Erika Martínez subieron juntas al escenario del Palacio de Carlos V entre los aplausos entusiastas de un público fervoroso, ... lector fiel de la autora argentina. En Granada se lee y se estudia mucho a Camila, apuntó Martínez al presentar a la escritora, actriz y dramaturga que ha hecho de su biografía una forma de arte y resistencia.
La conversación comenzó por 'Las malas', la novela iniciática que Sosa escribió en 2019 y que la consagró como escritora. «'Las malas' pertenece a un momento muy particular de mi vida», confesó. No la ha vuelto a leer desde entonces. En ella narra su infancia en Mina Clavero, marcada por la pobreza y la marginación: «Lo que de verdad te convierte en víctima es la pobreza», dijo, recordando su pasado como traba.
La conciencia de clase, el deseo y el lenguaje atraviesan su obra. El sexo puede ser poder, venganza o agradecimiento», señaló, con esa mezcla de crudeza y lirismo que la define. Y añadió: «Ser trans o militante son temas menores frente al orden del lenguaje. No escribo para cambiar el mundo; la literatura solo sirve para estar suelta en el aire, sin gravedad».
Aburguesada
Entre risas, confesó su fascinación por su aburguesamiento, «me gusta comer caviar y dormir en hoteles de cinco estrellas» y su desencanto amoroso: «El amor es un páramo sin brújula».
Al final, la diva trans emergió tras las puertas del pequeño auditorio del Carlos V. Firmó ejemplares mientras en el escenario, ya se escuchaba a Yung Beef y a Chus Pato hablar sobre la vanguardia, la poesía y la cultura urbana del trap.
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