Una buena versión del Mesías de Händel de la OCG

Dicen que los londinenses se pusieron en pie cuando el Aleluya. Yo me resisto a creerlo, puede que sea verdad pero también puede no serlo. Pero más que de pie habría que ponerse con el corazón por delante cada vez que se oyen esos compases- tantas veces maltratados- donde el Universo es una sola voz que canta la alegría. La orquesta apoya, las trompetas subrayan la solemnidad y las voces humanas son el mejor instrumento para transmitir la gozosa alegría del aleluya. Pero es que momentos antes hemos vivido la solemnidad gozosa, el momento quizá más hermoso e intenso de toda la obra, cuando el coro va a cantar «Es el Cordero de Dios…» que precederá al majestuoso, solemne, divino amén con el que concluye la obra. El milagro de la emoción sentida muy hondamente, se revive año tras año en esta importante modalidad de ofrecer un Mesías participativo.

Ver fotos

Que es lo que se hizo en las noches del viernes y del sábado. La OCG ofreció su sólida base. Y con ella el Coro de la propia OCG que dirige Héctor Eliel Márquez. Y la importante colaboración de la Coral Lauda de Granada, Pueri Cantores María Briz, Coral Al Bojaira, Coro de Ciencias de la Educación, Coro Ciudad de la Alhambra, Coro de Cámara Ars XXI, Coro de la Capilla Real de Granada, del Centro Artístico , del Divino Maestro, Orfeón de Granada y Coro Universitario Nuevas Voces de la F. de Relaciones Laborales. La ingente labor preparadora corrió a cargo de Montserrat Roset que tuvo la colaboración de Pilar Martín,. José Martínez, Dolores Beas, Pedro Antonio Pérez Hinojosa, Elena Peinado, Alfredo Barrles, Ana Mª Fernández Vivas, Jorge Rodríguez, Alfonso Guzmán, Valentín Rejano y Victoria Orti.

Trabajo de equipo para poder otro año felicitar la Navidad de la mejor manera posible. Con esta tarjeta musical que difícilmente puede ser superada. Los coros estuvieron a muy alto nivel, bien coordinados, bien conjuntados, cantando con sentimiento y justeza, cantando con el alma, integrándose en el proyecto cumplido del propio Händel. La orquesta sonó bien, tendré que destacar el formidable sonido de la trompeta en el aria de bajo. Y los solistas estuvieron en buena línea general cumpliendo su cometido el tenor Francisco Fernández- Rueda y el bajo Elías Arranz, nos enamoró con la belleza y dulzura de su voz y su exquisito arte la joven soprano Jone Martínez y qué decir del prestigioso contratenor Carlos Mena, un sólido puntal en todo lo que se refiere a la llamada música antigua. Volvió a dar una lección magistral en su labor en la obra de Händel.

Aarón Zapico es un director joven, apasionado y que demostró una sólida preparación. Su labor bastante importante, brillante en algunos momentos y con un criterio un tanto sui generis en otras ocasiones. Por ejemplo algunas pausas que pueden parecer excesivas, un tratamiento de la dirección coral muy personal en algunos momentos. Pero desde luego su tarea fue ingente y decisiva en el triunfo y en la brillantez de esta nueva edición del Mesías compartido.