La brujería jonda de Carmen Linares
crítica / flamenco ·
La cantaora jienense, con la Orquesta Filarmonía de Granada, demostró en el Manuel de Falla su dominio de la voz y su sabiduríajorge fernández bustos
Viernes, 4 de junio 2021, 01:18
Con un «¡Viva la juventud!» y «¡Viva Graná!», Carmen Linares se despidió de los asistentes que presenciaron ayer el concierto en el Auditorio Manuel de ... Falla. El Ayuntamiento de Granada tuvo a bien programar ayer, Jueves de Corpus, coincidiendo con el 75 aniversario de la muerte de Manuel de Falla, un concierto extraordinario que reunía a la cantaora jienense con la gran Orquesta Filarmonía de Granada (la adjetivación es mía), bajo la dirección de Ricardo Espigares, que, bajo el rótulo 'La seducción del cante jondo', interpretaron las doce escenas de 'El amor brujo'.
Antes, no obstante, Espigares, al frente de una cincuentena de músicos, se acercó a las cuatro piezas de las 'Danzas gitanas' de Joaquín Turina y una selección de suites orquestales de la ópera 'Carmen' de Bizet, precedidos, como homenaje a la ciudad en el día de su fiesta grande, de 'Granada' de Agustín Lara, protagonizada por la trompeta, dándole el carácter mexicano que concatena la obra con la cuna del compositor.
Manuel de Falla, mirando a oriente (Grecia y Bizancio), fue el primer autor clásico en advertir la grandeza del flamenco que unía de una forma natural, ágrafa y heredada, las propuestas de los dos mundos, es decir, la melodía y la armonía. No en vano quiso rescatar el «canto primitivo andaluz, llamado cante jondo» e impulsó de manera inequívoca el Concurso de 1922 (el próximo año se celebra el centenario). Cuando componía, además de tener en mente las formas del arte flamenco, pensaba en una voz gitana que cantara sus textos. Concretamente 'El Amor Brujo', concebido en primera instancia como ballet ('Gitanería en un acto y dos cuadros'), fue escrita y dedicada a la bailaora y cantaora Pastora Imperio.
Carmen Linares no es la primera vez que se enfrenta a esta obra, han sido tantas las veces, con una orquesta o con otra, que no cabe duda que cuando se habla de 'El Amor Brujo' se piensa en ella, como la dama del cante en la actualidad. Carmen, en su setentena, no tiene la voz y el poderío de hace veinte o treinta años, pero goza, además de una afinación perfecta, de un dominio de cualquier situación y de unos recursos que no solo dan la experiencia, sino por encima de todo de la sabiduría.
Como regalo, al final del concierto, a manera de bis, la linarense, arropada por la Filarmónica, se acordó de las 'Canciones Populares' de Lorca, concretamente 'En el café de Chinitas'.
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