Macron impulsa una renovación del Louvre que incluye un cambio de emplazamiento de 'La Gioconda'

El Louvre «merece que pensemos en grande», puesto que se trata «de un museo único en el mundo», aseguró Macron, que pronunció su discurso delante del famosísimo cuadro de Leonardo da Vinci. La visita del presidente había sido anunciada el viernes, el día después de que el diario Le Parisien revelara —probablemente se trató de una filtración interesada— un documento interno de Laurence des Cars, directora del centro de arte, en que alertaba «de un nivel de obsolescencia preocupante» del edificio de este museo, que hasta el siglo XVII fue la sede de la monarquía gala. No obstante, el presidente ya había comprobado el pasado otoño los múltiples desperfectos. Y su discurso estaba previsto antes de las revelaciones en la prensa.

El principal anuncio de Macron ha sido el cambio del lugar donde estará 'La Gioconda'. La pintura más conocida en el mundo dejará de exponerse en la sala de los Estados, enfrente de 'Las bodas de Caná' del Veronés y en la misma zona que el resto de las pinturas de los maestros italianos del Renacimiento y Barroco. El cuadro estrella del Louvre «será accesible de manera autónoma respecto al resto del museo y por este motivo requerirá su propio billete», explicó el presidente, insinuando un aumento del precio para los visitantes que quieran contemplar la obra maestra de Da Vinci.

Un ambicioso proyecto en tiempos de recortes «Nueve millones de visitantes —es el museo más visitado del mundo— representan un tesoro, pero las condiciones de circulación, acceso y seguridad no permiten visitarlo de la mejor de las maneras», reconoció Macron sobre las aglomeraciones en su interior, sobre todo en la sala de 'La Gioconda'. Por consiguiente, la restauración, la más ambiciosa desde la construcción de la emblemática pirámide a finales de los ochenta, comportará una «nueva gran entrada». Esta se ubicará en la franja este del museo y será diseñada a través de un concurso arquitectónico internacional. Su inauguración está prevista para 2031.

Las reformas afectarán, asimismo, el Carrusel del Louvre y los jardines de las Tullerías. Las obras para corregir los desperfectos, junto con la nueva puerta, comportarán un coste total de 700 u 800 millones de euros. Solo «una parte muy pequeña» de esta elevada inversión será financiada por el Estado, ha indicado el Elíseo a los medios tras el discurso presidencial. De hecho, el anuncio del «renacimiento del Louvre» ha tenido lugar en un momento de recortes en Francia, en que el Gobierno intenta rebajar el déficit público.

Por este motivo, Macron prometió que financiarán este proyecto a través de los ingresos generados por el Louvre, sus proyectos internacionales —abrió en 2017 una sucursal en Abu Dabi— y el mecenazgo, que también pagan indirectamente las arcas públicas con las desgravaciones fiscales. El presidente anunció, asimismo, un aumento del precio de las entradas (actualmente de 22 euros para los adultos) para los visitantes de fuera de la Unión Europea. Esta medida se aplicará a partir de enero del año que viene. A pesar de ello, las autoridades confían en que el número de visitantes anuales pase de los nueve millones actuales hasta 12 millones a partir de 2030. La máquina del Louvre no se atura.