Los arqueólogos trabajarán durante al menos una semana más en el sarcófago romano

Es preciso recordar que, apenas encontrado en una zona inmediata a las antiguas cajas fuertes del edificio de Villamena, el vestigio fue levantado y llevado al Museo Arqueológico, donde ha permanecido cerrado desde el pasado 13 de junio hasta el jueves 4, cuando por fin se levantó la tapa, después de desprender las grapas metálicas que la cerraban. Poco después se descubrió el cráneo humano, apoyado en un ladrillo, utilizado como almohada. Como afirmó IDEAL, desde el primer momento pudo observarse el buen estado de la calavera, aunque los estudios antropométricos no han revelado aún ni sexo ni edad del cadáver. La posición de este, según la nota emitida por los expertos de la Junta en la jornada de ayer, era forzada.

Según la misma nota, el equipo de expertos tiene previsto excavar el interior del sarcófago –colmatado de tierra húmeda, perteneciente la tipología 'Conglomerado Alhambra'– a través las zonas más accesibles: los pies y la cabecera. El estrechamiento del ataúd en su zona central aconsejan este proceder, a fin de evitar males mayores.

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, calificó ayer el hallazgo como de «excepcional», y aseguró que permitirá conocer datos etnológicos y ambientales del periodo en que se practicó el enterramiento.

Cabe recordar también que este fue hallado en una cata rutinaria durante unas obras privadas en el ya histórico edificio, que antes de ser la sede de la entidad bancaria fue la casa de los Condes de Villa Amena –de ahí su nombre–, que fueron señores de las villas de Cozvíjar y Cónchar, en el valle de Lecrín. Quizá, estos nobles vivieron sobre tamaño tesoro sin saberlo, o tal vez actuaran como antaño, echándole tierra encima. La misma que la próxima semana sacarán los expertos a la búsqueda de nuevos restos óseos, posibles elementos textiles y piezas de ajuar que puedan proporcionar más información.